Trastornos de la Conducta Alimentaria, un tema tabú
La adolescencia es una fase compleja de transición entre la niñez y la edad adulta. Es una etapa fundamental en el desarrollo de la identidad del niño, en la que los adolescentes pasan por una auténtica crisis entre el “quién soy” y el “qué quieren que sea”.
Muchos son los cambios corporales que culminarán en un cuerpo adulto, exigiendo así una readaptación a la imagen corporal, así como manifestaciones sociales y emocionales que ocurren paralelamente a la formación de la personalidad, tornándose un trabajo arduo y poco comprensible para el adolescente.
Todos estos cambios tornan al adolescente muy vulnerable para ciertos tipos de trastornos psicológicos como, por ejemplo, los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria se desarrollan mayoritariamente en la adolescencia o en la adultez temprana y, a pesar de que son más comunes en las mujeres, también y cada vez más, afectan a los hombres. Según estudios recientes, la edad de aparición de dichos trastornos ha disminuido de forma alarmante en los últimos cinco años, llegando a aparecer en torno a los 12 años, e incluso antes.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria más conocidos son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, aunque existen otros como, por ejemplo, el trastorno por atracón. Estos trastornos son problemas graves de salud que ponen en riesgo la vida de la persona que los padece.
La diferencia entre el peso actual y el peso ideal promovido por los medios de comunicación, la presión social, los valores y creencias de la familia (como el culto al cuerpo perfecto), el perfeccionismo, la autoexigencia y una baja autoestima son factores que pueden determinar una insatisfacción corporal, aumentando el riesgo de padecer Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Actualmente, vivimos en una sociedad que valora mucho la apariencia y, el estar delgado es una de las grandes obsesiones de la actualidad. En el caso del adolescente, es muy fácil que, la presión por ser aceptado y formar parte de su grupo de iguales, pueda desencadenar una obsesión por bajar de peso.
Está claro que los adolescentes algunas veces se saltan una comida o quieren experimentar con otro tipo de dieta. A menudo, son cambios que pasan rápidamente y vuelven a los patrones normales de alimentación. Ahora bien, existen algunas señales y síntomas al que debemos estar alertas. Algunas veces, estos síntomas pueden ser muy visibles, pero no siempre, especialmente al principio del trastorno las señales se hacen casi imperceptibles y la persona hará lo que pueda para ocultarlos.
Algunas señales o síntomas de los trastornos de la conducta alimentaria son:
- Saltarse comidas.
- Esconder alimentos.
- Comer a escondidas.
- Preocupación excesiva por la figura o por el peso.
- Iniciar dietas injustificadas.
- Centrarse excesivamente en la comida.
- Centrarse excesivamente en las etiquetas nutricionales de los alimentos.
- Trocear mucho los alimentos.
- Usar ropas anchas como forma de esconder su cuerpo.
- Evitar mirarse en el espejo o mirarse de forma obsesiva.
- Hacer actividad física de manera excesiva, a solas o a escondidas.
- Ir al baño inmediatamente después de comer o durante las comidas de forma habitual.
- Uso abusivo de laxantes o diuréticos como método compensatorio.
- Vómito autoinducido.
- Evitar las comidas familiares.
- Mostrarse más irritado, agresivo y aislado familiar y socialmente.
Estas señales no son un criterio diagnóstico con tal y, por lo tanto, no se puede decir que el adolescente padece un trastorno alimentario, pero, ante estas señales, sería recomendable consultar a un profesional.
Mucha gente siente que los trastornos alimentarios es un tema demasiado tabú para hablar sobre ello, pero crear conciencia en aquellos que no terminan de entender las implicaciones de estos trastornos puede ayudar a los que tienen a su alrededor y que padecen este problema.
Recuerda que puedes pedir ayuda, ya sea porque quieres conocer más sobre estos trastornos de la conducta alimentaria o porque tienes a alguien en tu entorno que pudiera padecerlos.
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Sandra Ribeiro
Psicóloga General Sanitaria (M-34885)
Profesora Asociada del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED
Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED
Trastornos de la Conducta Alimentaria