Dificultad para relacionarse
Dificultad para relacionarse
Dificultad para relacionarse. No a todas las personas les resulta fácil relacionarse con los demás. A las personas más extrovertidas, la interacción social les sale de forma natural y si expresan fácilmente en público. En cambio, a los más reservados, muchas veces, les domina la timidez y pueden sentirse más incómodos en las relaciones interpersonales.
Los rasgos de personalidad de cada persona y sus experiencias vitales son lo que van a determinar la dificultad para relacionarse y su grado de comodidad en las relaciones sociales. Cada persona desarrolla su propia forma de relacionarse y enfrentarse al mundo.
La timidez leve no es algo que debemos preocuparnos, ya que no suele afectar fuertemente aspectos de la vida social, profesional y familiar de la persona.
Dificultad para relacionarse: cuándo debo preocuparme
La dificultad para relacionarse empieza a ser preocupante cuando la situación social es vista por la persona como aterradora, bloqueándola y, a la larga, aislándola de su entorno. En este caso, el exceso de retraimiento puede ser una señal de fobia social.
La fobia social o ansiedad social es un trastorno de ansiedad, conocido como Trastorno de Ansiedad Social, caracterizado por manifestaciones como:
- Temor intenso a ser observado y juzgado por los demás.
- Preocupación por sentirse avergonzado, humillado o rechazado.
- Temor intenso de interactuar o hablar con extraños.
- Dificultad para hacer contacto visual con personas que no conoce.
- Temor a que los demás se den cuenta de sus síntomas físicos como sudores, palpitaciones, temblores o que le tiemble la voz o sonrojarse.
- Temor a “quedarse en blanco” a la hora de hablar con los demás o en público.
- Anticipación del malestar intenso que puede llegar a sentir en las situaciones sociales.
- Evitación de situaciones sociales que le causen vergüenza o ansiedad.
Para no sentir todo ese malestar, la persona acaba aislándose, lo que interfiere en su vida diaria y compromete su desempeño laboral, social, familiar y/o afectivo.
La dificultad para relacionarse también puede venir acompaña de:
- Miedo
- Depresión
- Ansiedad
- Agresividad
- Baja autoestima
- Irritabilidad
- Mal humor
- Angustia
En este caso, ya no se trata sólo de una dificultad para relacionarse, sino que podemos estar hablando de un problema psicológico de base.
Dificultad para relacionarse: cuando tus actitudes alejan a otras personas
Algunas de las manifestaciones citadas anteriormente como el mal humor, la irritabilidad o la agresividad son muy dañinas para las relaciones interpersonales y acaban por alejar a las personas y destruir cualquier tipo de relación, sea en el trabajo, en la familia, los amigos o la pareja.
Dificultad para relacionarse: cuándo pedir ayuda profesional
Si te has identificado con este artículo y crees que la ansiedad que sientes te está causando problemas en tu vida diaria como en el colegio, en el trabajo o con tus amigos, pareja y/o familiares, es hora de buscar ayuda profesional.
Dificultad para relacionarse: cómo me puede ayudar la terapia psicológica
La terapia psicológica te puede ayudar a las creencias irracionales y los diálogos internos negativos que tienes, enseñándote diferentes formas de pensar, comportarse y solucionar problemas de tu día a día. También te ayudará a sentirte menos ansioso/a en tus relaciones sociales. La terapia psicológica también te enseñará y practicará contigo habilidades sociales para que te sientas más confiado/a a la hora de relacionarte.
Estamos especializados, entre otras problemáticas, en todo lo relacionado a las relaciones interpersonales.
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¿Quieres saber un poco más sobre la dificultad para relacionarse? Estaremos encantadas de responder a cualquier pregunta que puedas tener sobre este asunto.
Sandra Ribeiro
Psicóloga General Sanitaria (M-34885)
Profesora Asociada del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED
Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED