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Envejecimiento Saludable: Cuida tu Bienestar Emocional en la Tercera Edad

Envejecimiento Saludable: Cuida tu Bienestar Emocional en la Tercera Edad

Envejecimiento Saludable: Cuida tu Bienestar Emocional en la Tercera Edad 800 800 Sandra Ribeiro

El envejecimiento es un proceso natural de la vida y, aunque viene acompañado de cambios y desafíos, también ofrece oportunidades para un crecimiento personal y una mayor sabiduría. Durante la tercera edad, es esencial cuidar nuestra salud emocional para disfrutar de una vida plena y satisfactoria. En este artículo, exploraremos consejos prácticos y estrategias para un envejecimiento saludable, centrándonos en el cuidado de nuestro bienestar emocional y abordando posibles problemas mentales como la depresión, la ansiedad o la soledad.

Envejecimiento saludable: Acepta y abraza el cambio

El envejecimiento saludable implica cuidar tanto la salud física como la mental. Los cambios mentales, del estado de ánimo, cambios hormonales y cerebrales son aspectos importantes en este proceso. 

Cambios hormonales y cerebrales en la tercera edad

En la tercera edad, se producen una serie de cambios hormonales y cerebrales que suponen un impacto en las capacidades cognitivas, en la salud y el bienestar de una persona. Estos cambios son parte natural del envejecimiento y pueden variar de persona a persona. Aquí hay una descripción general de algunos de los cambios más comunes:

Cambios Hormonales:

  • Hormonas sexuales: En las mujeres, la menopausia marca el cese de la producción de hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona. En los hombres, hay una disminución gradual de la testosterona. Estos cambios hormonales pueden tener efectos en la densidad ósea, la salud cardiovascular y el bienestar emocional.
  • Hormona del crecimiento: La producción de la hormona del crecimiento disminuye con la edad. Esto puede afectar la regeneración celular y la reparación de tejidos, lo que puede influir en la salud de la piel, los músculos y los huesos.

Cambios Cerebrales:

  • Reducción del volumen cerebral: Con la edad, el volumen cerebral tiende a disminuir, especialmente en áreas relacionadas con la memoria y el aprendizaje. Sin embargo, esto no necesariamente implica una pérdida significativa de funciones cognitivas.
  • Disminución en la velocidad de procesamiento: La velocidad a la que el cerebro procesa información puede reducirse con la edad. Las tareas que antes eran rápidas pueden llevar más tiempo.
  • Conexiones neuronales: A pesar de los cambios en la estructura cerebral, el cerebro sigue siendo capaz de adaptarse y formar nuevas conexiones neuronales. Esto se conoce como plasticidad cerebral.
  • Memoria a corto plazo: Algunas personas pueden experimentar dificultades leves en la memoria a corto plazo, como olvidar nombres o detalles recientes.
  • Memoria a largo plazo: En general, la memoria a largo plazo tiende a mantenerse relativamente intacta. Las personas mayores a menudo pueden recordar eventos y experiencias de hace muchos años con claridad.
  • Atención y concentración: Puede ser más difícil mantener la atención en una tarea durante períodos prolongados. Las distracciones pueden tener un impacto mayor.
  • Funciones ejecutivas: Las funciones ejecutivas, como la planificación, la toma de decisiones y el razonamiento abstracto, pueden mostrar un leve declive en algunas personas.

Cambios emocionales en la tercera edad

En la tercera edad, es común experimentar una serie de cambios emocionales como parte del proceso de envejecimiento. Estos cambios pueden variar ampliamente de una persona a otra y no necesariamente implican una disminución significativa en la calidad de vida. Si bien cada persona es única y puede experimentar estos cambios de manera diferente, aquí hay algunas formas en que el estado de ánimo puede verse afectado durante la tercera edad:

  • Variabilidad emocional: Pueden producirse altibajos emocionales más pronunciados debido a una combinación de factores, incluidos cambios hormonales, ajustes en las circunstancias de vida y la respuesta emocional a la propia vejez.
  • Sensibilidad a los cambios: Algunas personas pueden volverse más sensibles a los cambios en su entorno y en sus relaciones sociales. Esto puede incluir una mayor sensibilidad a la soledad, pérdida de seres queridos o cambios en la rutina diaria.
  • Depresión: La depresión es una preocupación significativa en la tercera edad. Los síntomas pueden incluir tristeza persistente, pérdida de interés en actividades, alteraciones del sueño y cambios en el apetito. La depresión en la tercera edad a menudo se subdiagnostica, por lo que es esencial buscar ayuda de un profesional de la salud mental si se sospecha.
  • Ansiedad: La ansiedad también puede ser común en la tercera edad, a menudo relacionada con preocupaciones sobre la salud, la muerte, las finanzas y los cambios en el entorno social. Si sientes una preocupación excesiva, inquietud constante, dificultad para controlar la ansiedad o síntomas físicos relacionados, como palpitaciones o dificultad para respirar, es importante buscar ayuda profesional. Los trastornos de ansiedad pueden ser tratados eficazmente con terapia y, en algunos casos, medicación.
  • Sentimientos de pérdida y nostalgia: A medida que las personas envejecen, pueden experimentar un sentido de pérdida por las oportunidades pasadas o las personas que han fallecido. Esto puede llevar a sentimientos de nostalgia y tristeza.
  • Cambio en las prioridades: A medida que las personas envejecen, sus prioridades pueden cambiar, lo que puede influir en sus estados de ánimo. Pueden centrarse más en las relaciones, la búsqueda de significado y la realización personal. Este cambio no tiene porqué ser negativo. Si la persona mantiene relaciones cercanas saludables y consigue encontrar un significado para su vida, este cambio puede ayudarla a mantener una buena salud mental.  

Como hemos visto, hay cambios que pueden ser muy positivos en la tercera edad como, por ejemplo:

  • Resiliencia emocional: Con la edad, muchas personas desarrollan una mayor resiliencia emocional, lo que les permite manejar mejor el estrés y las dificultades.
  • Perspectiva y apreciación: Algunas personas encuentran que su perspectiva sobre la vida cambia, lo que les permite apreciar más las experiencias y las relaciones significativas.
  • Introspección y crecimiento personal: El tiempo adicional en la tercera edad puede llevar a una mayor reflexión y búsqueda de significado, lo que puede resultar en un crecimiento personal significativo.
  • Gratitud y satisfacción: Muchas personas en la tercera edad experimentan un mayor sentido de gratitud por la vida y una mayor satisfacción con las relaciones y las experiencias pasadas.

Recuerda que experimentar cambios en el estado de ánimo es normal en todas las etapas de la vida. Lo más importante es reconocer tus emociones, buscar apoyo y tomar medidas positivas para mantener una buena salud emocional y un envejecimiento satisfactorio.

Si experimentas cambios cognitivos o emocionales que te preocupan, busca la ayuda de un profesional de la salud mental. Un diagnóstico adecuado y el tratamiento oportuno pueden ser muy beneficiosos.

Cambiando el estilo de vida en la tercera edad

Afronta los cambios:

  • Mantenerse activo/a: Mantenerse mentalmente y físicamente activo/a puede ayudar a mantener la agudeza cognitiva y emocional. Participa en actividades que desafíen la mente y mantén un estilo de vida saludable.
  • Ejercicio físico: El ejercicio regular no solo beneficia la salud física, sino que también puede mejorar el estado de ánimo y la salud mental.
  • Técnicas de manejo del estrés: Practicar técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.
  • Comunicación abierta: Habla sobre tus sentimientos y preocupaciones con personas de confianza. La comunicación abierta puede aliviar el estrés emocional.
  • Establece una rutina: Mantener una rutina diaria estructurada puede proporcionar estabilidad emocional y ayudar a manejar los cambios.
  • Busca actividades significativas: Participa en actividades que te den alegría y sentido. Esto puede incluir pasatiempos, voluntariado y pasar tiempo con seres queridos.
  • Estilo de vida saludable: Mantén una dieta equilibrada, haz ejercicio regularmente y duerme lo suficiente. Un estilo de vida saludable puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo.

Cultiva conexiones sociales significativas:

  • Mantén relaciones cercanas: Busca mantener relaciones cercanas con amigos, familiares y seres queridos. Estas relaciones pueden proporcionarte apoyo emocional, compañía y un sentido de pertenencia. Comunícate regularmente, ya sea a través de llamadas telefónicas, videollamadas o visitas personales. Participa en actividades conjuntas que disfrutes, como paseos, comidas o juegos de mesa. Estas interacciones pueden fortalecer los lazos afectivos y mejorar tu bienestar emocional.
  • Únete a grupos y comunidades: Explora la posibilidad de unirte a grupos o comunidades que compartan tus intereses y aficiones. Puedes encontrar clubes de lectura, grupos de senderismo, clases de arte o actividades recreativas en tu comunidad. Estos espacios te brindarán la oportunidad de conocer a nuevas personas con intereses similares y fomentar conexiones significativas.
  • Participa en actividades comunitarias: Contribuir a tu comunidad puede ser gratificante y fortalecer tus conexiones sociales. Considera la posibilidad de participar como voluntario en organizaciones locales, centros de cuidado de adultos mayores o programas de mentoría. Además de ayudar a los demás, estas actividades te permitirán establecer nuevas relaciones y sentirte parte de algo más grande.
  • Utiliza la tecnología de forma positiva: La tecnología puede ser una herramienta valiosa para mantener conexiones sociales, especialmente en situaciones en las que la movilidad física es limitada o cuando se busca interactuar con personas que están lejos. Aprende a usar aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales y plataformas de videollamadas para mantener el contacto con tus seres queridos. 

La falta de conexiones sociales significativas durante la tercera edad puede tener un impacto negativo en tu bienestar emocional. La soledad y el aislamiento social pueden aumentar el riesgo de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. Además, la falta de interacción social puede afectar tu salud física, aumentar el estrés y disminuir la calidad de vida.

El papel de la terapia en el envejecimiento saludable 

La terapia psicológica desempeña un papel valioso en el envejecimiento saludable al brindar apoyo emocional, herramientas de afrontamiento y estrategias para abordar los desafíos emocionales y cognitivos que pueden surgir con la edad. Aquí están algunas formas en las que la terapia puede ser beneficiosa durante el proceso de envejecimiento:

  1. Apoyo emocional: La terapia psicológica ofrece un espacio seguro para expresar emociones, preocupaciones y pensamientos en un entorno confidencial. Esto es especialmente valioso en momentos de cambios significativos, como la jubilación, la pérdida de seres queridos y los ajustes en las circunstancias de vida.
  2. Manejo del estrés y la ansiedad: La terapia psicológica proporciona técnicas para gestionar el estrés y la ansiedad relacionados con los cambios en la vida y otros factores que pueden ser más prominentes durante el envejecimiento.
  3. Prevención y manejo de la depresión: La depresión es común en la tercera edad, pero no es una parte normal del envejecimiento. La terapia psicológica puede ayudar a identificar y abordar los síntomas depresivos, proporcionando herramientas para mejorar el estado de ánimo y la calidad de vida.
  4. Manejo de la soledad y el aislamiento: La terapia puede ser particularmente útil para abordar la soledad y el aislamiento, brindando estrategias para mantener conexiones sociales y encontrar formas significativas de interactuar con otros.
  5. Cambio en las relaciones: A medida que envejecemos, nuestras relaciones y roles pueden cambiar. La terapia psicológica puede ayudarte a adaptarte a estos cambios, manejar conflictos interpersonales y mantener relaciones saludables.
  6. Fomento del bienestar emocional: Tu psicólogo/a puede trabajar en conjunto contigo para establecer objetivos de bienestar emocional y desarrollar planes para alcanzarlos.
  7. Estimulación cognitiva: La terapia psicológica puede incluir ejercicios y técnicas que estimulan la mente, mejoran la memoria y ayudan a mantener la agudeza cognitiva.
  8. Promoción de la autoestima y la autocompasión: La terapia psicológica puede ayudarte a cultivar una mayor autoestima y autocompasión, lo que contribuye a un envejecimiento más positivo y saludable.
  9. Preparación para la jubilación y cambios de roles: La terapia psicológica es muy beneficiosa antes de la jubilación y durante los ajustes en los roles y las rutinas diarias, proporcionando apoyo en la transición hacia una nueva fase de la vida.

Es importante señalar que hay diferentes enfoques terapéuticos y modalidades disponibles, como la terapia individual, grupal o familiar. La elección de la terapia dependerá de las necesidades individuales y las preferencias personales. Si estás considerando la terapia psicológica como parte de tu envejecimiento saludable, es recomendable hablar con un/a profesional de la salud mental para discutir tus objetivos y opciones.

No ignores los cambios en la tercera edad

No abordar adecuadamente los cambios mentales y de estados de ánimo durante la tercera edad puede tener repercusiones negativas en tu bienestar emocional y en tu calidad de vida. Pueden afectar a tus relaciones interpersonales, tu capacidad para disfrutar de las actividades diarias y tu salud física en general. Además, algunos trastornos psicológicos, como la depresión o los trastornos de ansiedad, pueden aumentar el riesgo de problemas de salud crónicos y acelerar el deterioro cognitivo en las personas mayores.

Es importante recordar que algunos cambios en la tercera edad no deben ser ignorados ni considerados como una parte inevitable del envejecimiento. Si experimentas cambios y síntomas que te preocupan busca la ayuda de un/a profesional de la salud mental especializado/a en el tratamiento de personas mayores. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en tu bienestar emocional y en tu calidad de vida.

 

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Isabel López Carregado

Psicóloga General Sanitaria (M-04868)

                              Especialista en Psicopedagogía y Experta certificada en Psicología Forense.

Experta-Especialista en Psicoterapia Emocional Sistémica Adultos, Pareja y Familia.

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