Durante las vacaciones, muchas personas disfrutan de un merecido descanso y la oportunidad de desconectar de la rutina diaria. Sin embargo, para aquellos que padecen un trastorno de la conducta alimentaria, TCA (anorexia, bulimia, atracones…), este periodo puede presentar desafíos adicionales para su bienestar físico y emocional.
Si padeces un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), queremos hablarte de la importancia de cuidar tu bienestar durante las vacaciones y compartir contigo estrategias para mantener una relación saludable con tu cuerpo y tu alimentación en esta temporada.
El cambio en la rutina durante las vacaciones puede generar situaciones desafiantes y aumentar el estrés, lo cual puede afectar negativamente a las personas con TCA. A continuación, se presentan algunos posibles efectos:
- Alimentos “prohibidos”: Durante las vacaciones, es común que se disponga de más comida y se realicen comidas en grupo, lo cual puede resultar un desencadenante para las personas con TCA. Los alimentos considerados “prohibidos” por las personas con TCA como, por ejemplo, helados, chocolate, bollos, etc., pueden generar mucha ansiedad, culpa o preocupación por la ganancia de peso.
- Falta de control: Las vacaciones a menudo implican un menor control sobre la alimentación y la rutina diaria. Esto puede generar sentimientos de pérdida de control y aumentar la ansiedad en las personas con TCA.
- Cambios en la imagen corporal: Las vacaciones pueden incluir actividades como usar traje de baño, ir a la playa o la piscina, lo cual puede aumentar la preocupación por la imagen corporal en las personas con TCA. Esto puede generar un malestar significativo y dificultar la relajación y la participación plena y disfrute en las actividades.
- Estrés y emociones: Aunque las vacaciones se asocian con momentos de descanso y diversión, también pueden ser estresantes debido a la planificación, la organización y las expectativas sociales. El estrés adicional puede desencadenar comportamientos relacionados con el TCA, como la restricción alimentaria, los atracones o las conductas compensatorias.
- Busca apoyo: Mantiene una comunicación abierta con tus amigos y familiares de confianza sobre tus necesidades y preocupaciones relacionadas con el TCA.
El impacto del cambio de rutina
Durante las vacaciones, es común perder la rutina habitual. Esto puede tener un efecto importante en la salud de las personas con TCA, ya que la falta de estructura puede generar ansiedad y desencadenar comportamientos alimentarios no saludables. Algunos puntos que os puede ayudar a estar preparados/as para enfrentar estos desafíos son:
- Mantén una rutina flexible: Si bien la rutina puede ser diferente durante las vacaciones, trata de mantener cierta estructura en tu día a día. Establece horarios regulares para las comidas y el descanso, adaptándolos a tus necesidades y circunstancias.
- Planifica con anticipación: Anticiparse a las situaciones desencadenantes puede ayudarte a manejar mejor los desafíos durante las vacaciones. Si sabes que estarás expuesto/a a ciertos alimentos o situaciones que te resultan difíciles, planifica cómo afrontarlos de manera saludable y busca el apoyo necesario.
El desafío de la exposición al cuerpo
Durante las vacaciones, es común participar en actividades que implican mostrar más el cuerpo, como ir a la playa o la piscina. Para las personas con TCA, esto puede generar ansiedad y una mayor preocupación por la apariencia física. Es fundamental recordar que la belleza va más allá de la apariencia exterior y centrarse en el cuidado integral de uno mismo.
- Practica la aceptación corporal: Cultiva una actitud de aceptación hacia tu cuerpo tal como es en este momento. Recuerda que tu valor como persona no se basa en la apariencia física. Enfócate en desarrollar una relación saludable y compasiva contigo mismo/a, reconociendo tus fortalezas y cualidades más allá de la apariencia física.
- Busca actividades que te hagan sentir bien: Durante las vacaciones, busca actividades que te brinden alegría y satisfacción sin centrarse exclusivamente en la apariencia. Puedes disfrutar de paseos al aire libre, practicar deportes que te gusten o participar en actividades creativas. El objetivo es enfocarse en el bienestar general y en disfrutar del momento presente.
La importancia del autocuidado
Durante las vacaciones, es crucial priorizar el autocuidado y adoptar prácticas saludables para mantener tu bienestar físico y emocional. Esto incluye cuidar tu alimentación, descansar adecuadamente y encontrar formas de relajarte y manejar el estrés.
- Alimentación consciente: En lugar de obsesionarte con la cantidad de comida o las calorías, concéntrate en escuchar las señales de tu cuerpo y comer de manera equilibrada y nutritiva. Permítete disfrutar de los alimentos sin culpa y sin restricciones extremas.
- Descanso y sueño adecuados: Durante las vacaciones, es común alterar los horarios de sueño. Sin embargo, es importante asegurarte de descansar lo suficiente para mantener tu energía y bienestar. Establece una rutina de sueño regular y crea un ambiente propicio para el descanso.
- Técnicas de relajación: Dedica tiempo a practicar técnicas de relajación, como el mindfulness, la meditación, el yoga o la respiración controlada. Estas prácticas te ayudarán a reducir el estrés y a mantener un equilibrio emocional durante las vacaciones.
Durante las vacaciones, cuidar tu bienestar cuando padeces un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) es fundamental. El cambio de rutina, la exposición al cuerpo y las presiones sociales pueden generar desafíos, pero con estrategias adecuadas puedes disfrutar de esta temporada sin comprometer tu salud física y emocional. Recuerda que en el Centro de Psicología Sandra Ribeiro contamos con profesionales capacitados en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). No dudes en buscar el apoyo necesario para afrontar los desafíos que puedan surgir durante las vacaciones y mantener una relación saludable con tu cuerpo y tu alimentación.
Recuerda que cada persona es única y puede tener diferentes necesidades durante las vacaciones. Lo más importante es priorizar la salud física y emocional, y buscar el apoyo necesario para mantener una relación saludable con la alimentación y el cuerpo.
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Sandra Ribeiro
Psicóloga General Sanitaria (M-34885)
Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED
Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED
Este artículo ha sido editado por Cristina Rejas