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Manipulación Emocional: Efectos Profundos en la Salud Mental

Manipulación Emocional: Efectos Profundos en la Salud Mental

Manipulación Emocional: Efectos Profundos en la Salud Mental 800 800 Sandra Ribeiro

¿Alguien ya te ha dicho alguna vez que eres una persona inestable, demasiado intensa, bipolar o que estás loca?

En terapia, son muchas las personas, especialmente mujeres (pero no exclusivamente), que nos buscan para saber si les pasa algo o si se están volviendo locas. Nos relatan situaciones en las que otra persona, la mayoría de las veces su pareja, en una discusión, les provoca para que pierdan los papeles. En este momento, nos dicen “él acaba dando la vuelta en la tortilla”. Indican que toda la discusión cambia totalmente, pasando de estar enfadadas ella a enfardarse su pareja. 

Numerosos relatos sugieren la presencia de dinámicas relacionales complejas y perjudiciales. En estos escenarios, una persona, consciente de las reacciones predecibles de la otra, la manipula habilidosamente hasta el punto en que pierde el control y se ve afectada emocionalmente. En ocasiones, la persona que, inicialmente en una posición justificada, se ve despojada de su razón ante afirmaciones como «No puedo hablar contigo de esta manera», «Necesitas buscar ayuda; estás enferma», «Eres bipolar» o «Eres demasiado intensa». Este tipo de manipulación emocional busca no solo desacreditar a la otra persona, sino también socavar su confianza y autoestima. Este comportamiento se denomina manipulación emocional o abuso psicológico.

¿Emociones intensas = personas inestables?

No, expresar emociones de manera intensa no necesariamente significa ser una persona inestable. Las emociones son una parte natural de la experiencia humana, y la intensidad emocional puede variar según la situación, la personalidad y otros factores. Sin embargo, en algunos contextos, las personas pueden interpretar erróneamente la expresión de emociones intensas como inestabilidad emocional. 

Es importante tener en cuenta que, el hecho de que alguien pueda perder los estribos fácilmente no significa necesariamente que «haya perdido la razón». Las personas pueden tener respuestas emocionales intensas debido a una variedad de factores, como el estrés, la ansiedad o experiencias pasadas. Sin embargo, es importante distinguir entre expresar emociones de manera saludable y actuar de manera impulsiva o destructiva debido a la falta de control emocional.

Expresar emociones de manera saludable

1.Conciencia emocional 

  • Saludable: la persona es consciente de sus emociones y puede identificarlas.
  • Destructiva: falta de conciencia sobre las propias emociones o incapacidad para reconocerlas.
  • Comunicación Asertiva
  • Saludable: la expresión de emociones se realiza de manera clara y respetuosa.
  • Destructiva: la comunicación es agresiva, hiriente o despectiva hacia los demás.

2. Empatía

  • Saludable: se muestra empatía hacia el otro, reconociendo y validando sus sentimientos.
  • Destructiva:  falta de consideración hacia los sentimientos y necesidades del otro, centrando la atención solo en las propias emociones y necesidades.

3. Autocontrol 

  • Saludable: a pesar de la intensidad emocional, la persona puede mantener el control sobre sus acciones.
  • Destructiva: incapacidad para controlar las acciones, expresando las emociones a través de conductas agresivas o violentas, ya sea verbal o físicamente. Las reacciones son desproporcionadas en relación con la situación, lo que indica una falta de equilibrio emocional. Después de expresar las emociones de manera impulsiva, la persona siente remordimiento o arrepentimiento por sus acciones.

¿Qué hay detrás de manipulación emocional?

La manipulación emocional puede tener diversas causas y motivaciones, y es importante reconocer que cada situación es única. Algunas posibles explicaciones detrás de la manipulación emocional son:

  1. Control y poder: la manipulación emocional a menudo se utiliza como una estrategia para ejercer control y obtener poder sobre la otra persona. El manipulador busca influir en las emociones y decisiones del otro para satisfacer sus propias necesidades.
  2. Inseguridad y baja autoestima: las personas con inseguridades profundas o baja autoestima pueden recurrir a la manipulación emocional como una forma de sentirse más seguras. Manipular a otros puede proporcionar una falsa sensación de control sobre sus propias inseguridades.
  3. Miedo al abandono: algunas personas manipulan emocionalmente por miedo al abandono. Pueden utilizar tácticas manipuladoras para mantener a la otra persona cerca y evitar que se aleje.
  4. Necesidad de validación: aquellos que tienen una profunda necesidad de validación y aprobación pueden recurrir a la manipulación para obtener la respuesta emocional que desean de los demás.
  5. Falta de habilidades de comunicación: las personas que carecen de habilidades efectivas de comunicación pueden recurrir a tácticas manipuladoras como una forma de expresar sus necesidades o frustraciones, ya que no saben cómo comunicarse de manera directa.
  6. Patrones aprendidos: algunas personas han aprendido a manipular emocionalmente debido a patrones de comportamiento aprendidos en la infancia o en relaciones anteriores. Pueden haber experimentado o presenciado manipulación y la replican inconscientemente.
  7. Falta de empatía: la falta de empatía puede llevar a la manipulación emocional, ya que la persona no es capaz de comprender o preocuparse por el impacto emocional que sus acciones tienen en los demás.
  8. Necesidad de evitar responsabilidad: algunas personas manipulan para evitar asumir responsabilidad por sus acciones o para desviar la atención de sus propios fallos. El miembro de la pareja que no quiere discutir ciertos asuntos puede adoptar tácticas manipuladoras para controlar a su pareja o provocarla hasta el punto de explosión. Así, no solo evita el tema en cuestión, sino que se presenta como la parte más tranquila y razonable de la relación. 

Manipulación emocional: efectos en la salud mental

En una relación sana, es crucial que ambas partes se traten con respeto y comprensión. Si una persona utiliza tácticas para provocar a su pareja con el objetivo de hacerla parecer «loca» o fuera de control, esto podría ser un indicador de problemas más profundos en la relación. 

Es importante abordar la manipulación emocional en las relaciones, ya que puede tener efectos perjudiciales en la salud mental y emocional de la persona manipulada como pueden ser:

  1. Ansiedad y estrés: la manipulación constante puede generar un ambiente de incertidumbre y tensión, lo que contribuye a niveles elevados de ansiedad y estrés.
  2. Depresión: la manipulación emocional a largo plazo puede contribuir al desarrollo de la depresión, especialmente si la persona manipulada se siente atrapada en una situación difícil de cambiar.
  3. Baja autoestima: la manipulación a menudo está destinada a socavar la confianza y la autoestima de la persona manipulada, lo que puede llevar a una percepción negativa de sí misma.
  4. Aislamiento social: la manipulación puede llevar a la persona manipulada a aislarse socialmente, ya que puede volverse difícil confiar en los demás o compartir sus experiencias.
  5. Confusión y duda constante: la manipulación puede generar confusión y duda constante en la persona manipulada, haciendo que cuestione su propia percepción de la realidad.
  6. Trastornos de adaptación: las personas que experimentan manipulación emocional pueden desarrollar trastornos de adaptación, ya que intentan ajustarse a un entorno emocionalmente inestable.
  7. Dificultades en las relaciones: la manipulación puede afectar la capacidad de la persona para establecer y mantener relaciones saludables, ya que puede haber dificultades para confiar en los demás.
  8. Problemas de salud física: el estrés crónico asociado con la manipulación emocional puede contribuir a problemas de salud física, como trastornos del sueño, problemas gastrointestinales y otros problemas relacionados con el estrés.
  9. Sentimientos de desesperanza: la manipulación constante puede generar sentimientos de desesperanza y desamparo, ya que la persona manipulada puede sentir que no tiene control sobre su propia vida.

Si te encuentras en una situación similar o conoces a alguien que lo esté, es importante buscar apoyo. La terapia de pareja o la terapia individual te proporciona un espacio seguro para explorar los problemas de tu relación. La ayuda de un/a psicólogo/a especializado/a puede ser beneficiosa para abordar estos problemas y desarrollar estrategias más saludables de comunicación y resolución de conflictos. También es esencial reconocer las señales de manipulación y abuso emocional y tomar medidas para proteger tu bienestar emocional.

 

 

 

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Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

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