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¿Mi hijo/a tiene depresión?: Cómo Apoyar a Adolescentes y Jóvenes con Depresión

¿Mi hijo/a tiene depresión?: Cómo Apoyar a Adolescentes y Jóvenes con Depresión

¿Mi hijo/a tiene depresión?: Cómo Apoyar a Adolescentes y Jóvenes con Depresión 800 800 Sandra Ribeiro

La depresión en jóvenes y adolescentes es un problema de salud mental significativo y preocupante. Aproximadamente uno de cada 20 menores experimentará un episodio depresivo antes de cumplir 19 años. Sin embargo, menos de la mitad de estos niños recibirá el tratamiento adecuado, lo que subraya la importancia de una mayor conciencia y acceso a servicios de salud mental.

Identificar si tu hijo/a tiene depresión puede ser un desafío, ya que los síntomas pueden variar y a menudo se confunden con comportamientos propios de la edad. Sin embargo, hay varias señales y síntomas que puedes observar. Aquí hay algunos pasos y consideraciones para ayudarte a determinar si tu hijo/a podría estar sufriendo de depresión:

Señales y Síntomas Comunes de la Depresión en Jóvenes y Adolescentes

  1. Cambios en el Estado de Ánimo:
    • Tristeza persistente o llanto frecuente.
    • Irritabilidad, enojo o frustración, incluso por asuntos menores.
    • Sentimientos de desesperanza o inutilidad.

Aunque uno de los síntomas más común en la depresión es el sentimiento constante de tristeza, llanto frecuente o desesperanza, los jóvenes deprimidos pueden estar más irritables o enojados que tristes.

  1. Cambios en el Comportamiento:
    • Pérdida de interés o placer en actividades que antes disfrutaba.
    • Aislamiento social o evitar amigos y familiares.
    • Cambios en los hábitos de sueño, como dificultad para conciliar el sueño, insomnio o dormir en exceso.
  2. Cambios Físicos:
    • Pérdida o aumento significativo del apetito y peso.
    • Fatiga o falta de energía constante: Sensación constante de cansancio y falta de energía.
    • Quejas frecuentes de dolores físicos, como dolores de cabeza o estómago, sin una causa médica aparente.
    • Problemas de concentración: Dificultades para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones.
  3. Dificultades Académicas:
    • Problemas de concentración o dificultades para completar tareas escolares.
    • Disminución del rendimiento académico.
  4. Pensamientos y Comportamientos Negativos:
    • Expresiones de culpa excesiva o sentimientos de inutilidad.
    • Expresiones de baja autoestima.
    • Pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio, intentos de suicidio o conductas autolesivas.

Pasos a Seguir

  1. Habla con tu Hijo/a:
    • Abre un diálogo abierto y sin juicios sobre cómo se siente.
    • Escucha atentamente y toma en serio sus preocupaciones y sentimientos.
  2. Observa y Documenta:
    • Lleva un registro de los cambios en el comportamiento y los síntomas que has notado.
    • Anota cuándo comenzaron estos cambios y si hay algún patrón.
  3. Consulta con un Profesional de la Salud Mental:
    • Considera la posibilidad de consultar a un/a psicólogo/a o psiquiatra especializado en la población infantojuvenil.
  4. Involucra a la Escuela:
    • Habla con los maestros y el personal de la escuela para ver si han notado algún cambio en el comportamiento o el rendimiento académico de tu hijo/a.
    • Pregunta sobre programas de apoyo escolar que puedan estar disponibles.
  5. Apoyo Familiar:
    • Fomenta un ambiente familiar de apoyo y comprensión.
    • Involucra a otros miembros de la familia en el proceso de apoyo.
  6. Busca Información y Apoyo:
    • Infórmate sobre la depresión en adolescentes y jóvenes a través de recursos confiables.

Qué No Decir o Hacer a mi Hijo/a si tiene Depresión

Interactuar con un adolescente o joven con depresión requiere sensibilidad, comprensión y apoyo. Aquí hay algunas pautas sobre lo que no debes decir o hacer:

Qué No Decir

  1. «Anímate» o «Deja de estar triste»:
    • Estas frases pueden minimizar la experiencia de tu hijo/a puede hacer que se sienta incomprendido/a y aislado/a.
  2. «Todos pasan por esto» o «Es solo una fase»:
    • Aunque es cierto que la adolescencia es una etapa de cambios, estas afirmaciones pueden trivializar el sufrimiento real de tu hijo/a.
  3. «Podría ser peor» o «Otras personas tienen problemas más grandes»:
    • Comparar el dolor de tu hijo/a con el de otros no es útil y puede invalidar sus sentimientos.
  4. «Solo tienes que esforzarte más» o «Es cuestión de actitud»:
    • La depresión es una condición médica que no puede superarse simplemente con fuerza de voluntad.
  5. «¿Qué te pasa ahora?» o «Estás siendo dramático/a»:
    • Estas frases pueden hacer que tu hijo/a se sienta juzgado/a o que sus emociones no son válidas.
  6. «Estás bien» o «No tienes motivos para estar deprimido/a»:
    • Negar los sentimientos de tu hijo/a puede llevar a una mayor frustración y a la sensación de no ser escuchado/a.

Qué No Hacer

  1. No Ignorar los Síntomas:
    • No pases por alto los signos de depresión esperando que desaparezcan por sí solos. La intervención temprana es crucial.
  2. No Juzgar o Criticar:
    • Evita cualquier forma de juicio o crítica hacia el comportamiento o los sentimientos de tu hijo/a. La empatía y el apoyo son esenciales.
  3. No Aislar o Excluir:
    • No excluyas a tu hijo/a de actividades sociales o familiares, ya que esto puede aumentar sus sentimientos de aislamiento y soledad.
  4. No Forzar la Conversación:
    • No obligues a tu hijo/a a hablar si no está listo/a. Ofrece un espacio seguro para cuando esté preparado para compartir.
  5. No Mostrar Impaciencia:
    • La recuperación de la depresión puede llevar tiempo. No te desesperes ni presiones a tu hijo/a para que se recupere rápidamente.
  6. No Ofrecer Soluciones Simplistas:
    • Evita sugerir soluciones rápidas o simplistas, como «haz ejercicio y te sentirás mejor». Aunque el ejercicio puede ayudar, la depresión suele requerir un tratamiento más complejo.

Qué Hacer en su Lugar

  1. Escuchar con Empatía:
    • Muestra disposición para escuchar sin juzgar. Valida sus sentimientos y hazle saber que no está solo/a.
  2. Ofrecer Apoyo Incondicional:
    • Asegúrale que estarás allí para apoyarlo, independientemente de lo que esté pasando.
  3. Animar a Buscar Ayuda Profesional:
    • Fomenta la consulta con un profesional de la salud mental y ofrece tu apoyo en el proceso.
  4. Ser Paciente y Comprensivo:
    • Entiende que la depresión es un proceso y la recuperación lleva tiempo. Muestra paciencia y comprensión en todo momento.
  5. Fomentar Actividades Saludables:
    • Anima, sin forzar, a participar en actividades que disfruta y que puede mejorar su estado de ánimo, como el ejercicio, el arte o pasar tiempo con amigos.
  6. Mantener la Comunicación Abierta:
    • Deja claro que puede hablar contigo cuando lo necesite y que siempre estás disponible para escuchar.

Importante:

Interactuar con un adolescente o joven con depresión requiere una actitud cuidadosa y comprensiva. Evitar comentarios y comportamientos que trivialicen o invaliden sus sentimientos es crucial. En su lugar, muestra empatía, ofrece apoyo incondicional, y fomenta la búsqueda de ayuda profesional. La paciencia y la comprensión son fundamentales para ayudarles a navegar y superar su depresión.

Importancia de la Intervención Temprana

Debido a que los síntomas de la depresión pueden confundirse fácilmente con comportamientos propios del desarrollo normal, es crucial que los padres, maestros y cuidadores estén atentos a los síntomas. La detección temprana y la intervención adecuada pueden marcar una gran diferencia en el bienestar de tu hijo/a.

Empezar una terapia psicológica con prontitud puede prevenir el empeoramiento de los síntomas y mejorar significativamente el bienestar a largo plazo de tu hijo/a.

Si tienes alguna preocupación, no dudes en buscar ayuda profesional especializada. El apoyo temprano y adecuado es crucial para el tratamiento de la depresión.

Tratamiento

El tratamiento de la depresión en adolescentes y jóvenes puede incluir:

  • Terapia psicológica:
  • Medicación: En algunos casos, los antidepresivos pueden ser necesarios, pero siempre deben ser administrados y supervisados por un/a psiquiatra.
  • Apoyo familiar: La participación y el apoyo de la familia son fundamentales en el tratamiento de la depresión en los adolescentes y los jóvenes.
  • Intervenciones escolares: Los programas de intervención en el entorno escolar también pueden ser beneficiosos.

La Terapia Psicológica y sus Beneficios en la Depresión en Adolescentes y Jóvenes

La terapia puede ser una herramienta extremadamente efectiva en el tratamiento de la depresión en adolescentes y jóvenes. Existen varios enfoques terapéuticos que han demostrado ser beneficiosos para abordar la depresión en esta población. A continuación, se detallan cómo cada uno de estos enfoques puede ayudar:

  1. Terapia Humanista
    • Fomento de la Autoexploración: Proporciona un espacio seguro y no crítico para que los jóvenes exploren sus pensamientos y sentimientos.
    • Autoconciencia: Ayuda a los adolescentes a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos y a comprender mejor sus emociones y motivaciones.
    • Aumento de la Autoestima: Se enfoca en el fortalecimiento de la autoimagen y la autoaceptación, promoviendo una visión positiva de uno mismo, ayudando a los adolescentes y los jóvenes a reconocer y valorar sus cualidades y capacidades.
    • Desarrollo de la Autenticidad: Ayuda a los jóvenes a ser más genuinos y a vivir de acuerdo con sus valores y creencias.
  2. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
    • Identificación y Modificación de Pensamientos Negativos: La TCC ayuda a los adolescentes a identificar patrones de pensamiento negativos y a reemplazarlos con pensamientos más realistas y positivos.
    • Desarrollo de Habilidades para Resolver Problemas: Enseña estrategias para enfrentar y resolver problemas cotidianos, reduciendo el sentimiento de impotencia.
    • Cambio de Comportamientos Negativos: Promueve cambios en los comportamientos negativos que contribuyen a la depresión.
  3. Terapia Interpersonal (TIP)
    • Mejora de las Relaciones Interpersonales: Ayuda a los jóvenes a mejorar sus habilidades de comunicación y a desarrollar relaciones saludables.
    • Gestión de los Conflictos: Aborda los conflictos interpersonales que pueden contribuir a la depresión.
    • Adaptación a Cambios en la Vida: Apoya a los adolescentes en la adaptación a cambios importantes en sus vidas, como la transición a una nueva escuela o la pérdida de un ser querido.
  4. Terapia Sistémica (Familiar)
    • Mejora de la Dinámica Familiar: Trabaja en mejorar la comunicación y la dinámica dentro de la familia.
    • Apoyo y Comprensión Familiar: Fomenta un entorno de apoyo y comprensión para el adolescente, lo que es crucial para su recuperación.
    • Resolución de Conflictos: Ayuda a resolver conflictos familiares que pueden estar contribuyendo a la depresión del joven.
  5. Terapia de Grupo
    • Sentido de Comunidad: Proporciona a los adolescentes un sentido de pertenencia y comunidad al compartir experiencias con otros que enfrentan problemas similares.
    • Modelado de Conductas Positivas: Permite a los jóvenes aprender de las experiencias y estrategias de otros miembros del grupo.
    • Reducción del Aislamiento: Ayuda a reducir el sentimiento de aislamiento que a menudo acompaña a la depresión.

Enfoque Integrador: El enfoque integrador incluye múltiples modelos terapéuticos y proporciona la flexibilidad necesaria para adaptar el tratamiento a las necesidades individuales del paciente, utilizando técnicas efectivas de esos diversos enfoques terapéuticos. Juntos, estos enfoques pueden ofrecer un tratamiento comprensivo y personalizado que apoya el crecimiento, la recuperación y el bienestar a largo plazo de los adolescentes y los jóvenes con depresión.

*El enfoque integrador es el enfoque utilizado por los/as psicólogos/as del Centro de Psicología Sandra Ribeiro.

Adaptación a las Necesidades Individuales:

  • Permite a los/as psicólogos/as personalizar el tratamiento según las necesidades específicas y las circunstancias únicas del adolescente o del joven.
  • Combina lo mejor de diferentes enfoques terapéuticos para ofrecer una intervención más completa y eficaz.

Mayor Flexibilidad:

  • Proporciona flexibilidad en la elección de técnicas y estrategias, permitiendo ajustes a lo largo del proceso terapéutico.
  • Permite cambiar de enfoque si un método específico no está funcionando, lo que puede ser crucial para mantener el progreso del tratamiento.

Abordaje Multidimensional:

  • Considera múltiples aspectos de la vida del adolescente, incluyendo aspectos emocionales, cognitivos, conductuales y sociales.
  • Ofrece una visión holística del bienestar del joven, abordando no solo los síntomas de la depresión sino también sus causas subyacentes.

Uso de Herramientas y Técnicas Comprobadas:

  • Integra técnicas de la terapia cognitivo-conductual, humanista, psicodinámica, y otros enfoques basados en la evidencia.
  • Aumenta la probabilidad de encontrar métodos efectivos para el tratamiento de cada individuo.

 

Beneficios Generales de la Terapia Psicológica en la Depresión en Adolescentes y Jóvenes

  1. Expresión Emocional:
    • Proporciona un espacio seguro para que los adolescentes expresen sus emociones y sentimientos sin miedo a ser juzgados.
    • Ayuda a los jóvenes a entender y procesar sus emociones de manera saludable.
  2. Desarrollo de Habilidades de Afrontamiento:
    • Enseña habilidades prácticas para manejar el estrés y las emociones negativas.
    • Fomenta la resiliencia y la capacidad de enfrentar situaciones difíciles.
  3. Aumento de la Autoestima:
    • Trabaja en la construcción de una autoimagen positiva y en el fortalecimiento de la autoestima del adolescente.
    • Ayuda a los jóvenes a reconocer y valorar sus fortalezas y logros.
  4. Prevención de Recurrencias:
    • Proporciona estrategias y herramientas para prevenir futuras recaídas de la depresión.
    • Fomenta el desarrollo de hábitos y rutinas saludables.

Conclusión

La terapia psicológica puede ser una intervención poderosa para los adolescentes y jóvenes que sufren de depresión. No solo aborda los síntomas inmediatos, sino que también equipa a los jóvenes con las habilidades y recursos necesarios para manejar mejor los desafíos futuros. Trabajar con un/a psicólogo/a especializado/a y adaptar el enfoque terapéutico a las necesidades individuales del adolescente o joven puede marcar una diferencia significativa en su recuperación y bienestar a largo plazo.

 

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Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

 

 

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