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“Tengo miedo a conducir, y no sé por qué”: El caso de Laura y lo que hay detrás de muchas fobias

“Tengo miedo a conducir, y no sé por qué”: El caso de Laura y lo que hay detrás de muchas fobias

“Tengo miedo a conducir, y no sé por qué”: El caso de Laura y lo que hay detrás de muchas fobias 800 800 Sandra Ribeiro

El caso de Laura: “Tengo miedo a conducir, y no sé por qué”

Laura, 34 años, acude a consulta visiblemente frustrada. Tiene el carné de conducir desde los 20, pero nunca ha conseguido conducir con tranquilidad. Lo ha intentado muchas veces. Cada vez que se sienta al volante, le sudan las manos, el corazón se le acelera, se le nubla la vista y empieza a llorar. Dice que no ha tenido ningún accidente, ni le ha pasado nada malo relacionado con un coche. Sus amigas no lo entienden, su familia se lo reprocha, y ella misma lo vive como un fracaso. “Es que me pongo fatal, pero no sé por qué”, repite con vergüenza.

En consulta, a través de una historia de vida pausada y cuidadosa, descubrimos que Laura creció con una madre emocionalmente distante, muy exigente, y un padre ausente. Desde niña tuvo que “portarse bien”, cuidar de sus hermanos pequeños, tomar decisiones sola. Nadie le preguntaba cómo se sentía. Cometer errores no era una opción. Ser autónoma no era un logro, era una obligación. En el artículo «Las heridas emocionales de los padres y su impacto en los hijos» exploramos más sobre el origen y el impacto de estas heridas emocionales en la infancia.

Y entonces… ¿por qué Laura no puede conducir? ¿Qué tiene que ver todo esto con su miedo a conducir?

Cuando la fobia no nace del estímulo, sino de la historia

Aunque muchas veces entendemos las fobias como miedos irracionales a cosas concretas —volar, conducir, hablar en público, subir a un ascensor—, lo cierto es que no siempre son tan “irracionales” como parecen. A menudo, la intensidad del miedo no tiene que ver con el objeto en sí, sino con lo que ese objeto activa en la persona.
Desde la psicología clásica, las fobias se explicaban por aprendizaje: si asocio un estímulo (como un coche) con una experiencia negativa (un accidente), aparece el miedo. Pero hay muchas personas como Laura que no han vivido nada traumático con ese estímulo, y aun así, su cuerpo reacciona como si se estuvieran jugando la vida.

¿Y esto qué significa?

Que el cuerpo de Laura no tiene miedo del coche. Tiene miedo de lo que el coche representa: autonomía, control, tomar decisiones, exponerse… cosas que, en su infancia, significaban peligro emocional, abandono o exigencia sin red de apoyo. No aprendió que ser independiente era seguro. Aprendió que estar sola era estar desprotegida. Conducir reactiva ese viejo guión emocional, y su sistema nervioso entra en pánico.

El trauma de apego: un miedo aprendido sin palabras

Los estudios actuales sobre trauma y neurociencia, como los de Allan Schore, Bessel van der Kolk o Giovanni Liotti, han mostrado que las experiencias relacionales tempranas —no solo los traumas evidentes— moldean la forma en la que nuestro sistema nervioso responde al mundo. Cuando de pequeños no nos sentimos protegidos, validados o calmados por los adultos, el mundo empieza a sentirse como un lugar peligroso, incluso si no lo es. Hablamos más sobre el apego en «El apego: qué es y cómo influye en nuestras relaciones»

En esos casos, muchas personas no recuerdan nada “malo”, pero llevan en su cuerpo una sensación constante de inseguridad, hipervigilancia o amenaza.

Sandra ¿puedes traducirlo a cristiano?

¡Claro! Que no hace falta que te haya pasado algo “grave” para que tu cuerpo se comporte como si estuvieras en peligro. Si creciste sin una base segura, sin poder expresar tus emociones, sin saber si tus padres iban a estar ahí o no cuando más los necesitabas… tu cuerpo se quedó atrapado en una especie de “modo alarma”. Y cualquier situación que implique autonomía, riesgo o incertidumbre puede activar esa vieja alarma, aunque lo que tengas delante sea un coche, un avión o una paloma.

La fobia como síntoma, no como causa

Una fobia puede ser solo la punta del iceberg. A veces es el síntoma visible de un sistema nervioso que se acostumbró a funcionar en modo supervivencia. Y aunque el estímulo fóbico parezca “ridículo” desde fuera, el sufrimiento es muy real. Porque debajo no hay solo miedo al objeto, hay miedo al abandono, al fracaso, a no ser suficiente, a estar solo con uno mismo.

O sea: que no eres rara/o, ni exagerada/o, ni floja/o. Tu cuerpo está hablando un idioma que aprendió hace mucho tiempo. Él no está loco. Solo aprendió a protegerte a su manera. Vamos a enseñarle otra.

En el caso de Laura, no se trata solo de que pueda conducir. Se trata de que pueda decirse a sí misma: “No tengo que poder con todo sola”, “Puedo parar si lo necesito”, “No estoy en peligro por ser independiente”.

Es definitiva, detrás de muchas fobias hay una historia no contada. Una infancia en la que sentirse seguro, escuchado o acompañado no era lo habitual. El miedo actual es real, pero no siempre es nuevo. A veces es el eco de un miedo antiguo que busca ser comprendido y transformado.

Así que si vives con una fobia que no entiendes, no empieces por obligarte a superarla. Empieza por preguntarte: “¿Qué parte de mí necesita sentirse más segura/o para poder enfrentar esto?”.

Porque muchas veces, no es el miedo el que hay que eliminar. Es la soledad de aquella niña o aquel niño que necesitaba que alguien le dijera: “Estoy contigo. No estás solo”.

Reconstruir la confianza interna

Una parte fundamental del trabajo terapéutico con Laura es ayudarla a recuperar esa parte de ella que sí puede cuidarse, sostenerse y confiar en sus recursos. No para volverse “autosuficiente a toda costa”, sino para ir construyendo una base interna más segura.

 

 

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Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

 

 

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