Perfeccionismo: una epidemia social
El perfeccionismo es un rasgo de personalidad que se caracteriza por una búsqueda incesante de la perfección y el establecimiento de estándares de desempeño personal extremadamente altos, acompañados de evaluaciones muy críticas del propio comportamiento, asociadas con el miedo al fracaso (Flett y Hewitt, 2002).
Burns (1980a) describe a las personas con rasgos perfeccionistas como personas que establecen estándares demasiado altos y poco realistas, adhiriéndose a estos estándares de manera rígida e inamovible. Además, su autoestima está condicionada al logro de estos estándares.
Formas de Perfeccionismo
Podemos encontrar dos formas de perfeccionismo: el perfeccionismo adaptativo y el perfeccionismo desadaptativo o clínico. En el perfeccionismo adaptativo, aunque la persona establece altos estándares de desempeño, existe una baja discrepancia entre estos estándares establecidos y los logros alcanzados, mientras que, en el perfeccionismo desadaptativo o clínico, aunque también se establecen altos estándares de desempeño, en este caso, existe una alta discrepancia entre éstos y la percepción de logro (Rice, Ashby y Slaney, 2002).
Es importante resaltar que sólo el hecho de establecer altos estándares personales no es en sí mismo desadaptativo. Más bien, la tendencia a la autocrítica es la que contribuye al mantenimiento del perfeccionismo clínico. Son varios los estudios que proponen el rasgo de personalidad autocrítica como elemento central en el mantenimiento del perfeccionismo desadaptativo o clínico.
No nos podemos olvidar que en el perfeccionismo la exigencia de un alto grado de desempeño no siempre es sólo hacia uno mismo, sino también hacia los demás. Las personas con rasgos perfeccionistas pueden sentir como un ataque el hecho de que otra persona no cumpla con los mismos, irrazonables y desproporcionados, niveles de exigencia que se han autoimpuesto.
Esta exigencia se refleja principalmente en el área académica y laboral, aunque también la encontramos en el área personal como, por ejemplo, en la apariencia física.
Perfeccionismo y Salud Mental
Las personas perfeccionistas tienen un miedo abrumador a cometer errores, ya que estos son vistos como por ellas como algo catastrófico, generando un sentimiento negativo sobre uno mismo. La creencia de estos sujetos se basa en que, al no cometer errores, evitan las autoevaluaciones excesivamente críticas y severas de ellos mismos y de los demás, tan difíciles de soportar. Los perfeccionistas adoptan un estilo de vida marcado por un esfuerzo intenso, persistente y compulsivo para alcanzar metas difíciles, buscando la validación y aceptación a través de su desempeño. Al no conseguir lograr estos objetivos tan altos, tienen grandes dificultades para reducir el grado de exigencia que se impone a sí mismo.
La necesidad de ser perfecto o de ser visto como perfecto por los demás y tendencia a autoevaluarse de forma crítica son factores de riesgo importantes para la salud mental.
Muchos estudios han relacionado el perfeccionismo con la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos y los trastornos de la conducta alimentaria.
Perfeccionismo y Depresión
El constante esfuerzo por ser perfecto, la percepción de que no lo ha logrado, la sensación de baja eficacia y el sentimiento que conlleva la percepción de fracaso, influyen directamente en la autoestima y pueden generar síntomas depresivos. Son muchos los estudios que encuentran una correlación significativa entre el perfeccionismo y la depresión.
Perfeccionismo y Ansiedad
Numerosos estudios indican que un mayor nivel de perfeccionismo genera un mayor nivel de ansiedad y está asociado con varios trastornos de ansiedad (Boivin y Marchand, 1996).
El miedo al fracaso que presenta el perfeccionista le genera una gran ansiedad en el desempeño de las tareas. Cuanto más importante es la tarea, más se invierte tiempo y esfuerzo, mayor es el miedo a fracasar y mayor es la ansiedad.
De los trastornos de ansiedad, la fobia social y el trastorno obsesivo-compulsivo han sido los más estrechamente relacionados con el perfeccionismo (Antony et al., 1998).
Perfeccionismo y Fobia Social
La fobia (o ansiedad) social se caracteriza por un miedo elevado y persistente a enfrentarse a situaciones sociales o de desempeño en las que se puede sentir vergüenza (American Psychiatric Association, 1994) . La ansiedad social se concibe como la falta de seguridad sobre la propia capacidad para lograr una impresión deseada en los demás. De esta forma, el perfeccionismo tiene un papel importante tanto en el desarrollo como en el mantenimiento de ese trastorno. Es decir, las personas con rasgos perfeccionistas desean lograr una impresión perfecta en los demás, por ende, experimentan más ansiedad social.
Perfeccionismo y Trastorno Obsesivo-Compulsivo
El perfeccionismo también ha sido relacionado con el funcionamiento mental de las personas con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Estas personas tienden a presentar un ideal de perfección en todos los ámbitos de su vida, se organizan en torno a ciertas creencias que se caracterizan por aspectos perfeccionistas y la convicción de que existe una solución perfecta. Tienen también dificultad para soportar las incertidumbres, tratando de eliminarlas mediante conductas compulsivas.
Perfeccionismo y Trastornos Alimentarios
El perfeccionismo ha sido identificado como un factor de riesgo específico para el desarrollo y el mantenimiento de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) como, por ejemplo, bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y trastorno por atracón (Fairburn et al., 1999a). Se ha encontrado que el perfeccionismo conduce a la búsqueda de un estándar perfeccionista en relación con la imagen corporal y el control de la comida y el peso (Garner, Olmsted, Polivy, & Garfinkel, 1984).
Perfeccionismo y sus componentes conductuales
Los componentes conductuales del perfeccionismo pueden actuar en varias direcciones:
- Intentar cumplir con los estándares irrazonablemente altos: verificar una y otra vez una tarea, un correo, etc., búsqueda de comprobación y seguridad (pedir que otros le corrijan), pensar excesivamente antes de tomar una decisión.
- Procrastinación: evitar iniciar la tarea, ya que la búsqueda de la perfección hace que la tarea sea demasiado larga y desagradable.
- No finalizar la tarea o finalizarla de forma prematura: concluye que la probabilidad de que se cumplan las expectativas perfeccionistas es muy baja.
Perfeccionismo y experiencias tempranas
Barrow y Moore (1983) han descrito cuatro tipos de experiencias tempranas que contribuyen al desarrollo del perfeccionismo:
- Padres abiertamente críticos y exigentes;
- Padre que, aunque la crítica es indirecta, presentan unas expectativas y unos estándares de desempeño excesivamente altos;
- No existe la aprobación por parte de los padres, o ésta es inconsistente o condicional;
- Padres que actúan como modelos de personas perfeccionistas.
Perfeccionismo y sus síntomas:
Entre los síntomas más asociados al perfeccionismo están:
- Fatiga y fatiga crónica
- Dolores de cabeza y dolores de cabeza crónicos
- Burnout
- Síntomas físicos por trabajar en exceso
- Poca capacidad de disfrute
- Competitividad
- Hostilidad
- Procrastinación
- Baja autoestima
- Pensamiento dicotómico (“blanco o negro”, “todo o nada”)
- Parálisis por análisis ante cualquier tarea
- Miedo al fracaso
- Ansiedad y ansiedad social
- Depresión
- Problemas relacionales (familia, amigos, trabajo)
Perfeccionismo: cómo gestionarlo
- Ten en cuenta que tienes el derecho a equivocarte. ¡Permítete equivocarte!
- Una autoestima baja puede condicionarte a refuerzos externos para sentirte bien. ¡Trabaja tu autoestima!
- Ten en cuenta que metas inalcanzables te causarán frustración. ¡Márcate metas más realistas!
- La búsqueda constante de la perfección nos causa ansiedad. ¡El Mindfulness es un buen aliado!
- Las exigencias excesivas nos mantienen tensos y con altos niveles de estrés. ¡Ajusta tus prioridades!
- Estar permanentemente revisando y comprobando nos causa un alto nivel de alerta y tensión. ¡Relájate!
Cuando el individuo no se siente amado ni reconocido en su valor, comienza a adoptar conductas compensatorias que le permiten disimular la imagen de inferioridad que tiene de sí mismo, buscando externamente, a través de su desempeño, una validación y una valoración que no encuentra internamente. Mientras no encuentre esas fuentes internas de validación, el perfeccionista seguirá su arduo camino en busca de la perfección.
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Sandra Ribeiro
Psicóloga General Sanitaria (M-34885)
Profesora Asociada del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED
Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED