Fama y depresión: cómo afecta la fama a la salud mental
Fama y éxito. Una casa maravillosa, amigos a rebosar, ropas y coches caros, dinero, viajes, invitaciones a eventos de lujo y un largo etcétera.
Algunos pacientes famosos que buscan ayuda psicológica – como cualquier otro paciente –, lo hacen o porque ya han tocado fondo o porque no lo quieren llegar a ello. Algunos de sus comentarios son: “Tengo todo, sin embargo, no me siento feliz. Siento un vacío que no hay como llenarlo.” Esa es la cara oculta y menos glamurosa del éxito y de la fama que a nadie le interesa ver.
A veces, la falta de estructura familiar, de una estructura emocional equilibrada, de autoconocimiento o, simplemente, la falta de recursos para gestionar ese tipo de vida, causa a esas personas una tremenda ambigüedad y culpabilidad. “¿No debería agradecer todo lo que tengo? Y en lugar de esto, me siento triste.”
En Estados Unidos, una ex estrella infantil dijo durante una entrevista que había sido «adicto a casi todas las sustancias conocidas por el hombre en un momento u otro, y la más adictiva de todas es la fama». La fama, al igual que las drogas y el alcohol, una vez que te vuelves adicto, no puedes vivir sin ella.
Estar bajo los focos y las cámaras no es exactamente lo más difícil. Allí es cuando un artista da vida al personaje que todos admiran y quieren ver. Lo difícil es cuando está solo. Cuando llega a casa o a la habitación de un hotel. Cuando todo su equipo puede salir y hacer vida normal y el artista no. “No es que cambiaría todo. La verdad, no cambiaría nada. Pero muchas veces me pregunto si el precio no es demasiado alto.” La parte más bonita y más fácil, quizás, sea mirar hacia fuera y eso lo hacen estupendamente. Lo complicado es mirar hacia dentro, dentro de uno mismo. Es, en ese momento, que tenemos que mirar de frente al problema y ponerle nombre: “¡¿Depresión, yo?!”
Sí, depresión. No estás inmune a la depresión, ni a la ansiedad, ni a ninguno de los problemas psicológicos que muchas de las personas de la calle infelizmente sufren. No es una arruga, un lunar o cualquier otra cosa que se pudiera retocar con Photoshop. Tienes que mirarla de frente, buscar ayuda profesional y llamarla por su nombre.
Un trastorno depresivo, un trastorno de ansiedad, una bulimia o anorexia, son problemas psicológicos graves y, por más que los escodamos bajo la alfombra roja, mientras no buscamos ayuda profesional, no se van a ir por arte de magia. Un paciente me comentaba en una de las sesiones de seguimiento (sesiones que anteceden el alta terapéutica): “Ya he tocado fondo una vez por miedo a lo que los demás, mis fas, mis amigos, mi gente, iba a pensar si acudía a un psicólogo. Ya no me volverá a pasar.”
Te tengo que decir algo: la depresión y muchos otros problemas psicológicos no se curan solos. No es cuestión de ponerte las gafas del positivismo, ni de comprarte libros de autoayuda, ni de salir de fiesta con los amigos, ni de emborracharte cada noche o tomar una pastilla para dormir. Ese tipo de problema no desaparece con el tiempo. Con el tiempo tenemos más arrugas o nos quedamos calvos, pero quien sufre un trastorno psicológico tiene que buscar ayuda profesional.
Actualmente, se conoce que son muchas las celebridades diagnosticadas no sólo con depresión, sino también con ansiedad, crisis de pánico, miedo escénico, anorexia, bulimia, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), entre otros.
Aunque los trastornos psicológicos son vistos todavía con mucho prejuicio y estigma, celebramos que cada vez más los famosos hagan público sus problemas psicológicos y, con ello, normalizan el hecho de pedir ayuda profesional. Hace muy poco tiempo, era impensable que un cantante, músico, actor, comediante, modelo, rompiera el tabú y hablara abiertamente en sus redes sociales sobre su salud mental. Para el bien de ellos mismos, de todos sus seguidores y de la salud pública en general, esto está cambiando.
Un sondeo hecho en 2014 por Mind, una organización británica comprometida con la salud mental, con 2.000 encuestados mostró que el 28% de los sujetos que participaron del estudio habló sobre un problema psiquiátrico con un ser querido tras ver una declaración hecha por una persona famosa sobre un problema psicológico al que se estaba enfrentando. Además, otro 25%, por el mismo motivo, terminó pidiendo ayuda.
Quizás te identifiques con algunos de estos síntomas. Si es así, es hora de buscar ayuda profesional:
- Dificultad para conciliar el sueño
- Malestar
- Irritabilidad
- Dificultad para concentrarse
- Tristeza
- Cansancio y falta de energía
- Dolor físico sin causa específica
- Ansiedad
- Atracones de comida o, por el contrario, falta de apetito
- Sentimientos de culpabilidad
- Pérdida de placer en actividades antes placenteras, incluso la actividad sexual
- Abuso de alcohol y/o sustancias
- Sensación de vacío constante o de estar perdido/a
- Miedos inexplicables, entre otros.
Se han logrado extraordinarios avances en el tratamiento de los trastornos psicológicos. Al día de hoy, su tratamiento es casi tan exitoso como el tratamiento de los trastornos físicos. Sin embargo, sólo tú puedes dar el primer paso.
Si no puedes acudir a la consulta presencial, pregúntanos sobre la atención a domicilio u online.
La fama sin una estructura emocional sana puede ser una mala compañera de viaje. No podemos buscar llenarnos emocionalmente a través de la fama. La fama es vacía y solitaria.
Disponemos de terapia a domicilio (pregúntanos sobre la disponibilidad y condiciones)
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Sandra Ribeiro
Psicóloga General Sanitaria (M-34885)
Profesora Asociada del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED
Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED
*Sandra Ribeiro ha sido cantante de una gran discográfica y bailarina profesional de grandes artistas. Ha viajado de gira por todo el mundo. Ha enfrentado la soledad de la fama, el pánico escénico, la crisis de pánico, el bloqueo creativo, el síndrome del impostor…
“Podré entenderte y ayudarte a salir de ahí. Acompañarte en algo que, no solo soy especialista como psicóloga, sino que también lo he vivido en primera persona.”
Sandra Ribeiro