Históricamente, los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) han sido más estudiados y diagnosticados en mujeres que en hombres, lo que ha llevado a la percepción de que son principalmente un problema femenino. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un mayor reconocimiento de que los hombres, especialmente los más jóvenes, también pueden verse afectados por los TCA, aunque a menudo pueden pasar desapercibidos debido a estigmas de género y a la falta de conciencia en la sociedad. Debido a estos estigmas, los hombres con TCA pueden enfrentar desafíos únicos para buscar ayuda y apoyo. En este artículo, exploraremos los desafíos que enfrentan los hombres con TCA y desmitificaremos los conceptos erróneos en torno a este tema.
Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA): hombres vs. mujeres
Es cierto que los TCA afectan predominantemente a las mujeres, representando alrededor del 90% de los casos. Sin embargo, los hombres, con aproximadamente el 10% de los casos, no nos pueden dejar indiferentes.
El TCA que se encuentra con más frecuencia es el Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado (TCANE), junto con el Trastorno por Atracón (TA), siendo este último ligeramente más prevalente en mujeres (3.5%) que en hombres (2%). El TCANE es aquel que no cumple todos los criterios necesarios para poder ser diagnosticado como una Anorexia Nerviosa (AN), una Bulimia Nerviosa (BN) o un Trastorno por Atracón (TA). La Bulimia Nerviosa ocupa el segundo lugar y es más frecuente en hombres que la Anorexia Nerviosa. A pesar de estas diferencias, la incidencia de TCA siempre es mayor en mujeres que en hombres.
Factores de riesgo
- La presión de los estándares de belleza y la masculinidad: En la sociedad actual, los hombres también enfrentan una presión significativa para cumplir con los estándares de belleza y masculinidad impuestos. La cultura del «cuerpo ideal» y la creencia de que la fuerza y la musculatura son signos de masculinidad pueden contribuir a la aparición de inseguridades en torno al peso y la apariencia física. Esto puede llevar a comportamientos alimentarios poco saludables en un intento por alcanzar una imagen corporal idealizada.
- La influencia de los medios de comunicación y las redes sociales: Los medios de comunicación y las redes sociales pueden ejercer una poderosa influencia en la percepción de la imagen corporal y la alimentación. La exposición a imágenes retocadas y cuerpos «perfectos» en revistas, programas de televisión y redes sociales puede fomentar la comparación y la insatisfacción con el propio cuerpo. La búsqueda de aprobación social a través de la conformidad con ciertos estándares estéticos puede llevar a hábitos alimentarios y de ejercicio físico poco saludables.
- Factores emocionales y de salud mental: Los problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y el estrés, también pueden tener un impacto significativo en los hábitos alimentarios. Los hombres pueden recurrir a la comida como una forma de afrontar emociones difíciles o como una manera de ejercer control sobre sus vidas en momentos de vulnerabilidad emocional. Esto puede desencadenar patrones de alimentación desordenada o compulsiva.
Desafíos específicos de los hombres con TCA
Debido a todos los estereotipos de género y los estigmas sociales, los hombres con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) pueden enfrentarse a desafíos distintos de sus contrapartes femeninas.
- Estereotipos de género: Los estereotipos de género pueden hacer que muchos hombres no reconozcan o busquen ayuda para sus problemas alimentarios, ya que la sociedad tiende a asociar estos trastornos principalmente con mujeres. Esto puede llevar a que los hombres vivan el trastorno de forma más secreta y se sientan avergonzados o incomprendidos, lo que dificulta aún más su proceso de recuperación.
- Desmitificando los estigmas: Es fundamental desmitificar los estigmas asociados a los TCA en hombres. Estos trastornos no discriminan por género y pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su sexo. Es importante comprender que los trastornos alimentarios son trastornos de salud mental graves y no una simple cuestión de vanidad o voluntad. Al desterrar los estigmas, creamos un ambiente más propicio para que los hombres busquen ayuda y apoyo.
- Abordaje comprensivo y empático: Los profesionales de la salud y la sociedad en general deben adoptar un enfoque comprensivo y empático hacia los hombres con Trastornos de la Conducta Alimentaria. Al reconocer que los hombres también pueden enfrentar estos desafíos, podemos brindarles el apoyo y la orientación necesarios para su recuperación. Es crucial que los hombres sean alentados a hablar sobre sus experiencias sin temor a ser juzgados y a recibir el tratamiento adecuado.
TCA en hombres: el papel de la terapia
La terapia es una herramienta poderosa para abordar los problemas de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Un/a psicólogo/a especializado/a en TCA puede ayudar a las personas que padecen este tipo de trastornos a explorar y comprender las causas subyacentes de sus problemas alimentarios y a desarrollar estrategias saludables para afrontar sus emociones y pensamientos relacionados con la alimentación y la imagen corporal.
La terapia ofrece un espacio seguro para que los hombres se expresen y exploren sus inseguridades y desafíos emocionales sin juicios, que reconozcan los estigmas asociados a los TCA en hombres y desarrollen estrategias más funcionales de regulación emocional y en su vida en general. La terapia es una herramienta valiosa en el camino hacia la recuperación y una relación más saludable con la alimentación y el cuerpo.
Tratamiento del TCA en los hombres
El tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) en hombres sigue principios similares a los utilizados en el tratamiento de mujeres. Sin embargo, debido a las diferencias en la presentación y percepción de los TCA en hombres, puede requerir enfoques adaptados y una mayor sensibilidad hacia las cuestiones de género. Aquí hay algunas consideraciones importantes sobre el tratamiento de los TCA en hombres:
- Concienciación: Según varios estudios, en general, los hombres tienden a tener una conciencia más baja de estos trastornos que las mujeres, lo cual posiblemente se debe a que, como hemos comentado, los TCA están socialmente asociados con el género femenino. Es importante hacer un buen trabajo de psicoeducación y concienciación de estos trastornos.
- Evaluación y diagnóstico adecuados: Es fundamental que los profesionales de la salud mental realicen una evaluación exhaustiva para diagnosticar correctamente el TCA y determinar la gravedad y posibles trastornos comórbidos.
- Abordaje multidisciplinario: El tratamiento de los TCA suele ser más efectivo cuando se utiliza un enfoque multidisciplinario que incluya médicos, psiquiatras, psicólogos y nutricionistas. Cada profesional puede abordar diferentes aspectos del trastorno y proporcionar una atención integral.
- Terapia individual: La terapia individual puede ayudar a abordar los pensamientos distorsionados sobre la alimentación, el peso y la imagen corporal, y a desarrollar habilidades de afrontamiento más saludables. Si deseas conocer más sobre la terapia individual puedes entrar en nuestra web.
- Terapia familiar: Involucrar a la familia en el proceso de tratamiento puede ser beneficioso para mejorar la comprensión del trastorno y el apoyo hacia el paciente durante la recuperación. Si deseas conocer más información sobre este tipo de terapia puedes encontrarla aquí.
- Grupo de apoyo: La participación en grupos de apoyo específicos para hombres con TCA puede ser útil para compartir experiencias y desafíos similares, y para reducir el aislamiento social.
- Atención médica y nutricional: El equipo de tratamiento debe abordar las necesidades médicas y nutricionales del paciente para asegurarse de que estén en un estado de salud adecuado durante la recuperación.
- Sensibilidad de género: Los profesionales de la salud mental deben ser conscientes de las diferencias de género y abordar las cuestiones específicas que pueden surgir en el tratamiento de los TCA en hombres.
- Educación y concienciación: Es importante educar tanto a los pacientes como a sus familias sobre los TCA, desterrar mitos y fomentar una mayor concienciación sobre la prevalencia de estos trastornos en hombres.
A pesar de que los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son menos frecuentes en hombres que en mujeres, solemos encontrar casos más graves en los hombres, debido a la detección tardía y a una mayor presencia de trastornos comórbidos, lo que puede tener un impacto negativo en el pronóstico.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) en hombres son una realidad importante que deben abordarse con comprensión y empatía. Reconocer y desafiar los estereotipos de género y los estigmas asociados es fundamental para que los hombres puedan buscar ayuda y apoyo.
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Sandra Ribeiro
Psicóloga General Sanitaria (M-34885)
Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED
Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED