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marzo 2024

El dolor del silencio-la decisión de contar o no la infidelidad a mi pareja
El dolor del silencio: la decisión de contar o no la infidelidad a mi pareja 800 800 Sandra Ribeiro

El dolor del silencio: la decisión de contar o no la infidelidad a mi pareja

A menudo se habla del dolor y el sufrimiento experimentado por la persona que ha sido engañada, pero es igualmente importante reconocer y abordar el dolor y el conflicto interno que puede experimentar la persona que ha sido infiel y que está arrepentida. Muchas veces, el sufrimiento de la persona infiel puede pasar desapercibido o no ser tan discutido. Algunas de las razones que esto puede ocurrir son las siguientes:

  1. Estigma y vergüenza: existe un estigma social asociado con la infidelidad, lo que puede hacer que las personas que han sido infieles se sientan avergonzadas de su comportamiento. Esta vergüenza puede dificultar que busquen apoyo o hablen abiertamente sobre su dolor.
  2. Culpabilidad y autoevaluación: después de cometer una infidelidad, muchas personas experimentan una intensa sensación de culpa y remordimiento. Pueden cuestionar su propia moralidad, valores y autoestima, lo que contribuye a su sufrimiento interno.
  3. Miedo a ser juzgado: la persona que ha sido infiel puede temer ser juzgada o rechazada por su familia, amigos o comunidad si revelan su infidelidad. Esto puede llevarlos a mantener en secreto lo ocurrido y su sufrimiento, y evitar buscar ayuda o apoyo.
  4. Responsabilidad por el dolor de la pareja: la persona infiel puede sentirse responsable del dolor y la angustia que han causado o pueden causar a su pareja. Este sentimiento de responsabilidad puede intensificar su propio sufrimiento y hacer que sea difícil para ellos hablar abiertamente sobre sus propias emociones.
  5. Falta de empatía de los demás: en algunos casos, puede haber una falta de empatía hacia la persona infiel, con un enfoque predominante en el sufrimiento de la pareja traicionada. Esto puede hacer que la persona infiel sienta que su dolor no es válido o digno de atención.

Es importante reconocer que la infidelidad es un tema complejo que afecta a todas las partes involucradas de manera significativa. La persona que ha sido infiel arrepentida también merece compasión, apoyo y la oportunidad de sanar de su propio dolor. Ofrecer un espacio seguro para que la persona infiel pueda procesar sus emociones y buscar ayuda es crucial para su proceso de curación y crecimiento personal.

 

La decisión de contar o no contar la infidelidad a tu pareja es muy personal y depende de varios factores, incluyendo la naturaleza de tu relación, tus valores personales y las circunstancias específicas de la infidelidad. Aquí hay algunos puntos a considerar que pueden ayudarte a tomar una decisión:

  1. Honestidad vs. daño potencial: La honestidad es fundamental en cualquier relación, pero también es importante considerar cómo revelar la infidelidad podría afectar a tu pareja. Pregúntate si ocultar la verdad podría dañar aún más la confianza en la relación si tu pareja descubre la infidelidad por otros medios.
  2. Motivación para contar: Examina tus motivaciones para contar la verdad. ¿Lo estás haciendo para aliviar tu propia culpa o para ser honesto y transparente con tu pareja? Es importante evaluar si contar la infidelidad es en interés de tu pareja o si podría causar más daño que bien.
  3. La capacidad de tu pareja para manejar la revelación: Considera la capacidad de tu pareja para manejar la revelación de la infidelidad. Algunas personas pueden preferir no saber sobre la infidelidad para evitar el dolor y la angustia emocional, mientras que otras pueden valorar la honestidad y la transparencia incluso si es doloroso.
  4. Consecuencias potenciales: Piensa en las posibles consecuencias de contar la infidelidad, tanto para ti como para tu pareja. ¿Cómo podría afectar esto a la relación? ¿Estás preparado para asumir las consecuencias, sean cuales sean?
  5. Busca ayuda profesional: Si estás luchando para tomar una decisión, considera buscar orientación de un terapeuta o consejero. Un profesional puede ofrecerte una perspectiva objetiva y ayudarte a explorar tus sentimientos y opciones de una manera más clara.

En última instancia, no hay una respuesta única o correcta a esta pregunta, ya que cada situación es única y compleja. Tómate el tiempo necesario para reflexionar sobre tus sentimientos y considerar las implicaciones de tus acciones antes de tomar una decisión.

Síntomas psicológicos en la persona que ha sido infiel

Las personas que han sido infieles pueden experimentar una amplia gama de síntomas después de la infidelidad. Estos síntomas pueden variar según la situación individual, pero algunos de los más comunes incluyen:

  1. Sentimientos de culpa y remordimiento: muchas personas que han sido infieles experimentan una intensa sensación de culpa por sus acciones. El remordimiento puede ser abrumador y afectar significativamente su bienestar emocional.
  2. Ansiedad y preocupación: la ansiedad es un síntoma común después de la infidelidad, tanto para la persona infiel como para su pareja. Pueden surgir preocupaciones sobre las consecuencias de sus acciones, el futuro de la relación y la posibilidad de ser descubierto.
  3. Miedo a perder la relación: la persona infiel puede temer que su pareja decida terminar la relación como resultado de la infidelidad. Este miedo a la pérdida puede ser angustiante y contribuir a la ansiedad y la angustia emocional.
  4. Autoevaluación y culpa interna: después de la infidelidad, la persona infiel puede comenzar a cuestionar su propio carácter, valores y motivaciones. Puede preguntarse por qué cometió el acto de infidelidad y si es realmente la persona que creía ser.
  5. Depresión: algunas personas que han sido infieles pueden experimentar síntomas de depresión, como tristeza, desesperanza y falta de interés en actividades que solían disfrutar. La depresión puede ser desencadenada por la intensidad emocional de la situación y los sentimientos de culpa y remordimiento.
  6. Dificultades para dormir: el estrés y la ansiedad relacionados con la infidelidad pueden interferir con el sueño, lo que resulta en dificultades para conciliar el sueño, mantenerse dormido o despertarse temprano por la mañana.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser temporales y que muchas personas encuentran formas de superar la infidelidad y reconstruir relaciones más saludables en el futuro. Sin embargo, si los síntomas persisten o son abrumadores, es recomendable buscar apoyo profesional de un/a psicólogo/a especializado/a en relaciones de pareja.

En el Centro de Psicología Sandra Ribeiro contamos con psicólogas sanitarias especializadas en las relaciones de pareja, ya sea en la terapia de pareja o de forma individual para resolver conflictos como, por ejemplo, la infidelidad. 

 

 

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Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

 

Fichas cayendo hasta llegar a una señal de STOP y las fichas detrás de esta señal se mantienen en pie.
La habilidad de decir NO: aprende a establecer límites saludables 800 800 Sandra Ribeiro

La habilidad de decir NO: aprende a establecer límites saludables

Decir no puede ser difícil porque a menudo queremos evitar herir los sentimientos de otras personas o tememos la posibilidad de que nos juzguen. Sin embargo, establecer límites saludables es importante para mantener el equilibrio en nuestras vidas. Aquí tienes algunas sugerencias sobre cómo decir no de una manera respetuosa:

  1. Sé claro y directo: Expresa tu negativa de manera clara y directa. No dejes espacio para malentendidos o expectativas equivocadas.
  2. Explica tu razón (si es necesario): Si sientes que es apropiado, puedes ofrecer una breve explicación de por qué estás diciendo no. Sin embargo, no te sientas obligado a dar una razón si no quieres.
  3. Usa un lenguaje amable pero firme: Mantén un tono amable pero firme en tu respuesta. Evita sonar ambiguo o indeciso.
  4. Ofrece alternativas (si es posible): Si estás diciendo no a una solicitud específica, considera ofrecer alternativas que puedan ser aceptables para ambas partes, si eso es lo que quieres.
  5. Practica el autocuidado: Recuerda que está bien priorizar tu propia comodidad y bienestar. Decir no no te convierte en una mala persona; es una parte importante del establecimiento de límites saludables.

¿Por qué decir no tiene una connotación tan negativa?

Decir no puede tener una connotación negativa debido a una variedad de razones culturales, sociales y psicológicas como, por ejemplo:

  1. Cultura del cumplimiento: En algunas culturas, se valora mucho el cumplimiento de las expectativas y el deseo de agradar a los demás. Decir no puede percibirse como una falta de consideración o cortesía.
  2. Miedo al rechazo: Muchas personas tienen miedo al rechazo o al conflicto, por lo que prefieren evitar decir no para evitar confrontaciones o herir los sentimientos de los demás.
  3. Presión social: A menudo, nos sentimos presionados por las expectativas sociales o las normas de grupo para actuar de cierta manera. Decir no puede ir en contra de estas normas percibidas y provocar preocupaciones sobre cómo seremos percibidos por los demás.
  4. Sentido de obligación: Sentimos que debemos cumplir con las solicitudes de los demás, especialmente si son amigos, familiares o colegas. Esto puede hacer que sea difícil decir no sin sentirnos egoístas o culpables.
  5. Cultura de la complacencia: En algunas situaciones, se espera que las personas sean complacientes y estén siempre dispuestas a ayudar a los demás, lo que puede hacer que decir no se perciba como una desviación de este ideal.

Es importante reconocer que decir no no es necesariamente negativo. Establecer límites saludables y priorizar nuestro propio bienestar es esencial para mantener relaciones equilibradas y satisfactorias. Aprender a decir no de manera respetuosa y asertiva puede ser una habilidad valiosa para mejorar nuestra calidad de vida y nuestras relaciones interpersonales.

Aprendiendo a decir NO

Aprender a decir no puede ser un proceso gradual, pero es una habilidad importante para establecer límites saludables y cuidar de tu bienestar emocional. Aquí tienes algunas recomendaciones para ayudarte a decir no de manera efectiva:

  1. Reconoce tus propios límites: antes de poder decir no a los demás, necesitas entender tus propias necesidades y límites. Reflexiona sobre lo que te hace sentir cómodo o incómodo, y reconoce cuándo necesitas decir no para proteger tu bienestar.
  2. Practica la autoafirmación: fortalece tu confianza practicando afirmaciones positivas sobre tu derecho a establecer límites y decir no cuando sea necesario. Repite frases como «Tengo derecho a cuidar de mí mismo» o «Mi bienestar es importante».
  3. Aprende a priorizarte: reconoce que es válido priorizar tus propias necesidades y deseos. No tienes que complacer a todos todo el tiempo. Permítete priorizarte a ti mismo sin sentirte egoísta.
  4. Practica la comunicación asertiva: aprende a comunicar tus límites de manera clara y directa, sin sentirte culpable. Usa un lenguaje firme pero respetuoso al expresar tu negativa.
  5. Aprende a decir no sin disculparte: no necesitas disculparte por decir no, especialmente si estás protegiendo tu bienestar o tus límites. Sé firme en tu decisión sin sentir la necesidad de dar excusas o justificaciones y sin ser agresivo/a en tu forma de expresarte.

Recuerda que aprender a decir no lleva tiempo y práctica, así que sé paciente contigo mismo. Con el tiempo, te sentirás más cómodo y seguro al establecer límites y proteger tu bienestar. Si crees que necesitas ayuda para aprender a decir no y a establecer límites saludables en tus relaciones, aquí estamos para ayudarte.

 

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Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

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Desarrollando tu mejor versión: Terapia para el Desarrollo Personal
Desarrollando tu mejor versión: Terapia para el Desarrollo Personal 800 800 Sandra Ribeiro

Desarrollando tu mejor versión: Terapia para el Desarrollo Personal

La terapia para el desarrollo personal es un enfoque terapéutico que se centra en el crecimiento personal, el autoconocimiento y el desarrollo de habilidades para mejorar la calidad de vida de una persona. A diferencia de la terapia psicológica, que a menudo se centra en tratar problemas específicos o trastornos mentales, la terapia para el desarrollo personal se centra en el bienestar general y el desarrollo de todo el potencial de una persona.

Este tipo de terapia puede incluir una variedad de técnicas y enfoques. El objetivo principal es ayudar a los individuos a explorar sus fortalezas, debilidades, valores y creencias, y trabajar en áreas específicas de su vida en las que deseen crecer y mejorar.

¿La terapia para el desarrollo personal es realizada por un/a psicólogo/a?

Sí, la terapia para el desarrollo personal debe ser realizada por psicólogos/as que estén capacitados/as y tengan experiencia en este enfoque terapéutico. Estos/as profesionales pueden tener diferentes especialidades y formaciones adicionales en terapia cognitivo-conductual, terapia humanista, terapia de aceptación y compromiso, entre otras.

¿Qué diferencias hay entre la terapia psicológica y la terapia para el desarrollo personal?

La diferencia principal entre la terapia psicológica y la terapia para el desarrollo personal radica en sus enfoques y objetivos.

  1. Terapia psicológica: También conocida como psicoterapia, se centra en el tratamiento de trastornos mentales, problemas emocionales y psicológicos específicos. Los psicólogos clínicos, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental utilizan técnicas y enfoques terapéuticos basados en la evidencia para ayudar a las personas a superar síntomas como depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación, trastorno de estrés postraumático, entre otros. La terapia psicológica suele estar más estructurada y centrada en la resolución de problemas específicos.
  2. Terapia para el desarrollo personal: Este tipo de terapia se centra en el crecimiento personal, el autoconocimiento y el desarrollo de habilidades para mejorar la calidad de vida de una persona. No está necesariamente dirigida a tratar trastornos mentales específicos, sino más bien a ayudar a las personas a explorar su potencial, fortalezas y debilidades, establecer metas personales y profesionales, mejorar sus relaciones interpersonales y encontrar un mayor sentido de propósito y satisfacción en la vida. La terapia para el desarrollo personal tiende a ser menos estructurada y más centrada en el cliente, adaptándose a las necesidades y objetivos individuales de cada persona.

¿A quién va dirigida la terapia para el desarrollo personal?

Este tipo de Terapia puede dirigirse a cualquier persona que esté interesada en explorar su crecimiento personal, mejorar su autoconocimiento y desarrollar habilidades para vivir una vida más plena y satisfactoria. No está limitada a personas con trastornos mentales específicos, sino que puede beneficiar a cualquier individuo que desee trabajar en su crecimiento emocional, psicológico y en sus relaciones interpersonales.

Por lo tanto, esta terapia puede ser adecuada para una amplia gama de personas, incluyendo aquellas que buscan mejorar su autoestima, aprender a manejar el estrés y la ansiedad, superar obstáculos personales, mejorar sus relaciones interpersonales, explorar su propósito de vida, o simplemente desean crecer y desarrollarse como individuos.

¿Cuáles son los problemas más comunes de las personas que buscan terapia para el desarrollo personal?

Las personas que buscan terapia para el desarrollo personal pueden enfrentar una variedad de desafíos y problemas comunes. Algunos de los más frecuentes incluyen:

  1. Baja autoestima y falta de confianza: Muchas personas luchan con la autoestima y la confianza en sí mismas, lo que puede afectar su capacidad para alcanzar sus metas y disfrutar de la vida plenamente.
  2. Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad son problemas comunes en la sociedad actual, especialmente entre aquellos que tienen responsabilidades laborales o personales demandantes.
  3. Dificultades en las relaciones: Problemas de comunicación, conflictos interpersonales, y dificultades para establecer y mantener relaciones saludables son preocupaciones frecuentes.
  4. Sentido de propósito y dirección: Muchas personas pueden sentirse perdidas o sin rumbo en su vida, buscando claridad sobre sus objetivos y propósito personal.
  5. Problemas de equilibrio entre trabajo y vida personal: La gestión del tiempo y el equilibrio entre las demandas laborales y la vida personal es un desafío constante para muchas personas.
  6. Problemas de liderazgo y gestión: Los líderes y gerentes pueden enfrentar desafíos en términos de motivar a su equipo, resolver conflictos, tomar decisiones difíciles y mantener un ambiente de trabajo saludable.

Estos son solo algunos ejemplos, pero la terapia para el desarrollo personal puede abordar una amplia gama de problemas y desafíos que las personas enfrentan en su vida diaria.

¿Por qué la terapia para el desarrollo personal es tan buscada por los empresarios y directivos?

Es cierto que la terapia para el desarrollo personal es bastante común entre empresarios y directivos. La presión y las demandas del mundo empresarial pueden ser intensas, y muchos líderes se enfrentan a desafíos únicos en términos de gestión del estrés, toma de decisiones, liderazgo efectivo y equilibrio entre trabajo y vida personal.

La terapia para el desarrollo personal puede ayudar a los empresarios y directivos a:

  1. Gestionar el estrés y la presión del entorno empresarial.
  2. Mejorar sus habilidades de liderazgo y comunicación.
  3. Desarrollar una mayor autoconciencia y comprensión de sus propias fortalezas y debilidades.
  4. Aprender a establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal.
  5. Explorar sus valores y objetivos personales y profesionales.
  6. Superar obstáculos personales que puedan estar afectando su desempeño laboral.

En general, la terapia para el desarrollo personal puede ser una herramienta valiosa para cualquier persona que esté buscando crecer y mejorar, independientemente de su posición en el mundo empresarial.

 

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Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

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La Realidad Detrás del Dolor de una Ruptura: Perdiendo una Parte de Nosotros Mismos
La Realidad Detrás del Dolor de una Ruptura: Perdiendo una Parte de Nosotros Mismos 800 800 Sandra Ribeiro

La Realidad Detrás del Dolor de una Ruptura: Perdiendo una Parte de Nosotros Mismos

Cuando nos enamoramos de otra persona, no solo nos conectamos con su ser, sino también con la versión de nosotros/as mismos/as que emerge en su presencia. Es como si cada relación fuera un espejo que refleja aspectos diferentes de nuestra personalidad y nos permite explorar nuevas facetas de quienes somos. Nos sentimos más vivos/as, más seguros/as, más felices cuando estamos con esa persona que amamos. Es como si encontráramos una versión mejorada de nosotros/as mismos/as en su compañía. Durante el tiempo que estuvimos juntos, nos convertimos en esta versión que se entrelazaba con la presencia y la influencia de nuestra pareja. Perder esa parte de nosotros/as mismos/as puede ser devastador y desorientador.

Cuando llega el momento de una ruptura, no sólo experimentamos el dolor de perder a esa persona, sino también el dolor de perder esa parte de nosotros mismos que habíamos descubierto y cultivado durante la relación. Romper con alguien significa romper con las rutinas compartidas, los sueños y las experiencias compartidas. Pero también significa romper con la versión de nosotros mismos que éramos cuando estábamos con esa persona.

El impacto emocional de una ruptura puede ser abrumador precisamente por esta razón. Nos sentimos perdidos, desconcertados y, a menudo, incompletos. Es como si una parte de nuestro ser se desvaneciera junto con la relación. El proceso de duelo no solo implica aceptar la pérdida de la otra persona, sino también la pérdida de la identidad que habíamos construido en el contexto de esa relación.

Es importante reconocer y validar este dolor durante una ruptura. No se trata simplemente de «superarlo» o «buscar a otra persona». Se trata de honrar y sanar las partes de nosotros mismos que hemos perdido en el camino. Es un proceso de reconstrucción de nuestra identidad y redescubrimiento de nuestro propio valor y autonomía.

Al comprender esta dinámica subyacente, podemos abordar las rupturas con mayor compasión hacia nosotros/as mismo/as y hacia nuestra expareja. Reconocemos que, aunque la relación haya terminado, las lecciones aprendidas y las experiencias compartidas seguirán moldeándonos en el futuro. Y recordamos que el amor propio es la base sobre la cual podemos reconstruirnos y florecer una vez más, incluso después del dolor de una ruptura.

Navegando por el dolor: reconstruyendo nuestra identidad después de una ruptura

Con el fin de la relación, nos encontramos luchando por reconciliar quiénes éramos antes de la relación, quiénes nos convertimos durante la relación y quiénes queremos ser ahora que la relación ha terminado. Nos enfrentamos a preguntas difíciles sobre nuestra propia identidad y autenticidad. ¿Quiénes somos realmente cuando no estamos con nuestra pareja? ¿Cómo podemos redescubrir nuestra individualidad y reconstruir nuestra identidad fuera de la relación?

El proceso de duelo después de una ruptura implica atravesar una montaña rusa de emociones: tristeza, ira, confusión, y a menudo una sensación abrumadora de vacío. Nos sentimos como si una parte de nuestro ser se hubiera desvanecido, dejándonos con una sensación de incompletitud y pérdida. Sin embargo, es importante recordar que el dolor que experimentamos es una parte natural y necesaria del proceso de curación.

A medida que nos permitimos sentir y procesar nuestras emociones, comenzamos a reconstruir nuestra identidad desde cero. Esto implica volver a conectarnos con nuestras pasiones, intereses y valores, independientemente de la presencia de nuestra expareja o de una nueva pareja. Nos damos permiso para explorar nuevas experiencias, conocer nuevas personas y descubrir aspectos de nosotros/as mismos/as que habíamos olvidado o suprimido.

Aunque el camino hacia la recuperación puede ser arduo y lleno de altibajos, también nos brinda la oportunidad de crecer y transformarnos de maneras que nunca habríamos imaginado. A medida que aprendemos a amarnos y valorarnos nuevamente, nos convertimos en versiones más auténticas y completas de nosotros/as mismos/as.

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Mujer agobiada en terapia.
Mi psicólogo/a y yo, ¿qué falló en lo nuestro?: Motivos de abandono en la terapia 800 800 Sandra Ribeiro

Mi psicólogo/a y yo, ¿qué falló en lo nuestro?: Motivos de abandono en la terapia

Hablar sobre las razones por las cuales los pacientes abandonan la terapia es importante para entender mejor los motivos que hicieron que nuestros pacientes dejaran su terapia. Las razones pueden ser muy variadas, pero hay algunas que se repiten muy a menudo:

  1. Falta de conexión: a veces, los pacientes no se sienten conectados con su psicólogo/a, lo que dificulta la construcción de una relación terapéutica sólida. Por la parte del psicólogo/a, esto puede deberse a muchos motivos como:  falta de trabajo sobre su personalidad, su ansiedad en conseguir cambios en su paciente, su estilo de comunicación o una posible falta de empatía.
  2. Expectativas no cumplidas: los pacientes pueden abandonar la terapia si sienten que no están viendo los resultados que esperaban o si creen que la terapia no está abordando sus necesidades de manera efectiva. Esto podría deberse a una falta de claridad en cuanto a las metas terapéuticas o a una comunicación insuficiente entre el paciente y el psicólogo/a.
  3. Dificultades logísticas: factores como la ubicación, el costo o la disponibilidad de horarios pueden dificultar que los pacientes continúen con la terapia. La logística juega un papel importante en la adherencia al tratamiento, y los obstáculos en este sentido pueden llevar al abandono prematuro.
  4. Resistencia al cambio: algunos pacientes pueden sentirse incómodos al enfrentar sus problemas o resistirse a realizar cambios en sus vidas, lo que puede dificultar el progreso en la terapia. La resistencia al cambio puede manifestarse de diversas formas y puede ser un obstáculo significativo en el proceso terapéutico.
  5. Problemas de enfoque terapéutico: si el enfoque terapéutico utilizado por el psicólogo/a no se adapta a las necesidades del paciente o si el paciente no se siente cómodo con dicho enfoque, es más probable que abandone la terapia. Es importante que el psicólogo/a y el paciente estén en sintonía en cuanto al enfoque y las técnicas utilizadas en la terapia.
  6. Falta de progreso percibido: los pacientes pueden abandonar la terapia si sienten que no están avanzando o si experimentan frustración debido a la falta de mejoría en sus síntomas. Es importante que el psicólogo/a y el paciente revisen regularmente el progreso y ajusten el plan de tratamiento según sea necesario.

He perdido la motivación y ya no me apetece ir a terapia

Es posible que el paciente sienta una pérdida de motivación y falta de interés en continuar con su terapia. En este momento, es importante tener un buen vínculo terapéutico para que el paciente pueda sentirse cómodo para hablar sobre la necesidad de abordar esta preocupación de manera comprensiva y colaborativa.

¿Cómo podemos ayudar a nuestro/a paciente?

  1.  Explorar las razones detrás de la falta de motivación: esto podría incluir discutir cualquier frustración o insatisfacción con el proceso terapéutico, identificar barreras internas o externas que dificultan la participación en la terapia, o explorar cambios en las circunstancias personales del paciente que podrían estar afectando su disposición para continuar.
  2.  Validar sus sentimientos: es importante que el psicólogo valide los sentimientos del paciente y demuestre empatía hacia sus experiencias. Reconocer y validar la falta de motivación que está sintiendo nuestro/a paciente respecto a la terapia puede ayudar a crear un espacio seguro para que explore sus preocupaciones y emociones subyacentes.
  3.  Reevaluar las metas y el enfoque terapéutico: es necesario que psicólogo/a y paciente trabajen juntos para reevaluar las metas terapéuticas y el enfoque utilizado en la terapia. Esto puede implicar discutir si las metas actuales siguen siendo relevantes y significativas para el paciente, y si el enfoque terapéutico está abordando adecuadamente sus necesidades y preocupaciones. Así como establecer metas más realistas o identificar nuevas formas de aumentar la motivación y el compromiso con la terapia.
  4.  Ayudar al paciente a valorar los beneficios de continuar con la terapia: los psicólogos/as podemos ayudar a los pacientes a recordar los beneficios potenciales de continuar con la terapia, como el desarrollo de habilidades de afrontamiento, la mejora de las relaciones interpersonales, o la reducción de los síntomas de malestar emocional.

Los errores más comunes del psicólogo/a que pueden llevar a que los pacientes abandonen la terapia incluyen:

  1. Falta de empatía: los pacientes necesitan sentirse comprendidos y apoyados por sus psicólogos. La falta de empatía puede hacer que los pacientes se sientan desconectados o no valorados, lo que puede llevar al abandono de la terapia.
  2. Falta de claridad en las expectativas: es importante que los psicólogos establezcamos expectativas claras desde el principio en términos de metas terapéuticas, duración del tratamiento y roles tanto del paciente como de nosotros/as como psicólogos/as. La falta de claridad en este sentido puede generar confusión o frustración en el paciente, lo que puede llevar al abandono de la terapia.
  3. Falta de habilidades de comunicación: la comunicación efectiva es fundamental en la relación terapéutica. Los psicólogos/as debemos ser capaces de escuchar activamente a nuestros pacientes, validar sus experiencias y proporcionar retroalimentación de manera clara y comprensible. La falta de habilidades de comunicación puede dificultar la construcción de una relación terapéutica sólida y afectar negativamente la efectividad de la terapia.
  4. Falta de flexibilidad en el enfoque terapéutico: cada paciente es único y puede responder de manera diferente a diferentes enfoques terapéuticos. Nosotros/as psicólogos/as debemos ser flexibles y adaptar nuestro enfoque según las necesidades del paciente. La falta de flexibilidad en este sentido puede hacer que los pacientes se sientan frustrados o no comprendidos.
  5. No abordar conflictos interpersonales: si surge un conflicto entre el paciente y el psicólogo o si el paciente experimenta dificultades en la relación terapéutica, es importante abordarlo de manera abierta y honesta. La falta de atención a los conflictos interpersonales puede hacer que los pacientes se sientan incómodos o resentidos, lo que puede llevar al abandono de la terapia.

Al evitar estos errores comunes y trabajar en colaboración con los pacientes, los psicólogos/as podemos mejorar la efectividad de la terapia y reducir las tasas de abandono.

Me siento presionado/a por mi psicólogo/a: no consigo hacer los cambios que me pide

Presionar demasiado al paciente para el cambio sin trabajar primero en la preparación adecuada para este cambio puede ser contraproducente y llevar al abandono de la terapia. Cada individuo tiene su propio ritmo y proceso de cambio, y es importante que los psicólogos reconozcamos y respetemos este hecho.

Presionar demasiado temprano puede generar resistencia y frustración por parte del paciente y hacer que se sienta abrumado o invalidado. Además, puede socavar la confianza en la relación terapéutica si el paciente percibe que sus necesidades y limitaciones no están siendo tomadas en cuenta.

En lugar de presionar para el cambio de inmediato, los psicólogos/as podemos trabajar en colaboración con los pacientes para explorar sus metas, motivaciones y las barreras que enfrentan para el cambio. Esto puede implicar ayudar al paciente a desarrollar habilidades de afrontamiento, fortalecer la autoestima y la confianza en sí mismo, y construir un sentido de autoeficacia antes de abordar los cambios más significativos.

La terapia centrada en el paciente con un enfoque integrador y basada en la aceptación incondicional del paciente puede ser especialmente útil en este sentido, ya que permite que el paciente avance a su propio ritmo y explore el cambio de manera gradual y respetuosa. Al honrar el proceso individual de cada paciente y trabajar en colaboración con ellos, los psicólogos/as podemos ayudar a crear un entorno terapéutico seguro y de apoyo que fomente el crecimiento y el cambio genuino a largo plazo.

 

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Juventud Vulnerable: Abordando el Vacío Emocional en la Adolescencia y Previniendo el Riesgo de Suicidio
Juventud Vulnerable: Abordando el Vacío Emocional en la Adolescencia y Previniendo el Riesgo de Suicidio 800 800 Sandra Ribeiro

Juventud Vulnerable: Abordando el Vacío Emocional en la Adolescencia y Previniendo el Riesgo de Suicidio

La adolescencia es una etapa de la vida llena de cambios físicos, emocionales y sociales. Es un período de búsqueda de identidad, de exploración y de autodescubrimiento. Sin embargo, para muchos adolescentes, esta fase puede venir acompañada de una sensación de vacío emocional que puede ser abrumadora y difícil de manejar.

A los padres y madres: Entendiendo el odio y la angustia de sus hijos adolescentes

Como padre o madre, es probable que te enfrentes a momentos difíciles durante la adolescencia de tu hijo/a. Uno de los desafíos más difíciles puede ser escuchar palabras cargadas de odio y resentimiento dirigidas a ti. Es natural sentirte herido/a, confundido/a e incluso enfadado/a ante tales expresiones, pero es importante recordar que estas palabras pueden ser una manifestación de la angustia emocional que está experimentando tu hijo/a adolescente.

Durante la adolescencia, los jóvenes atraviesan una montaña rusa de emociones. Los cambios físicos, hormonales y sociales pueden desencadenar sentimientos intensos de confusión, frustración y soledad. A menudo, los adolescentes carecen de los recursos emocionales necesarios para comprender y manejar estas emociones abrumadoras, lo que puede llevarlos a expresar su malestar de manera desafiante o incluso agresiva.

Cuando tu hijo o hija te dice que te odia o que eres un mal padre o madre, es importante recordar que estas palabras no siempre reflejan sus verdaderos sentimientos. En muchos casos, son simplemente una expresión de su dolor interno y su lucha por encontrar su identidad en un mundo que parece abrumador y desconcertante.

Como padre o madre, tu papel es fundamental en el apoyo emocional de tu hijo/a adolescente. Aunque puede resultar difícil, trata de no tomar estas palabras de manera personal. En lugar de ello, trata de escuchar más allá de las palabras y reconocer el dolor subyacente que está impulsando su comportamiento.

Mantener abiertas las líneas de comunicación y ofrecer un espacio seguro para que tu hijo/a exprese sus emociones puede ser de gran ayuda. Fomenta un ambiente de comprensión, empatía y amor incondicional. Míralo desde el amor. Recuerda que, a pesar de las palabras que pueda decir en momentos de angustia, tu hijo/a aún necesita tu apoyo y guía durante este período de transición.

Apoyo emocional para tu adolescente: La importancia de la educación emocional

Quiero hablar contigo sobre algo que puede marcar una gran diferencia en la vida de tu hijo o hija adolescente: la educación emocional. En este momento de su vida, él/ella está experimentando una montaña rusa de emociones, y a menudo puede sentirse abrumado/a e incapaz de manejar lo que está sintiendo.

Es comprensible que, como padre o madre, tu enfoque pueda estar en su éxito académico y desarrollo físico, tan necesario para su futuro en esta sociedad tan competitiva, pero también es crucial prestar atención a sus necesidades emocionales. La falta de orientación en este aspecto puede dejar a los adolescentes sintiéndose perdidos y confundidos cuando se enfrentan a emociones intensas como la tristeza, la ansiedad o la soledad.

Quiero animarte a que, junto con el apoyo académico, también le brindes las herramientas para comprender y manejar sus emociones. Esto puede significar tener conversaciones abiertas sobre cómo se siente, enseñarle estrategias para lidiar con el estrés y la ansiedad, y fomentar un ambiente en el hogar donde pueda expresar libremente lo que está experimentando emocionalmente.

Recuerda que tu hijo/a no está solo/a en este viaje. Estás aquí para apoyarlo y ayudarlo a navegar por estos momentos difíciles. Al ofrecerle una base sólida de educación emocional, le estás dando las herramientas que necesita para enfrentar los desafíos de la adolescencia confiando en ti y teniéndote como referencia en su vida.

Liberación de hormonas y cambios neurobiológicos

Otro factor importante que considerar es la liberación de hormonas durante la adolescencia. Los cambios hormonales pueden afectar el equilibrio químico del cerebro, lo que puede contribuir a cambios de humor, irritabilidad y sensación de vacío. Los adolescentes experimentan una oleada de hormonas que pueden intensificar sus emociones y hacer que se sientan abrumados.

Búsqueda de diferenciación

La búsqueda de diferenciación también juega un papel crucial en la sensación de vacío en la adolescencia. A medida que los adolescentes buscan independencia y autonomía, pueden alejarse de sus padres y buscar su propia identidad. Este proceso de separación puede generar sentimientos de soledad y vacío, especialmente si los adolescentes se sienten incomprendidos o desatendidos por sus familias.

Intentos de suicidio en la adolescencia

Lamentablemente, la sensación de vacío en la adolescencia también puede llevar a comportamientos autodestructivos, incluidos los intentos de suicidio. Cuando los adolescentes se sienten abrumados por el dolor emocional y no tienen las habilidades para manejarlo, pueden recurrir a medidas extremas para escapar de su sufrimiento. Es fundamental prestar atención a las señales de advertencia y brindar apoyo y recursos adecuados a los adolescentes que puedan estar en riesgo.

Qué hacer si tu hijo o hija adolescente habla de suicidio o tiene un intento de suicidio

Cuando un hijo/a habla de suicidio o tiene un intento de suicidio, es crucial que los padres y madres aborden la situación con seriedad y sensibilidad. Si estás pasando por una situación así, aquí hay algunos pasos importantes que puedes seguir:

  1. Toma la situación en serio: es fundamental tomarse en serio cualquier mención de suicidio o intento de suicidio. No minimices ni ignores las palabras o acciones de tu hijo/a.
  2. Mantén la calma: es natural sentirse abrumado y asustado ante una situación así, pero trata de mantener la calma para poder ofrecer el mejor apoyo posible a tu hijo/a.
  3. Escucha activamente: permítele a tu hijo/a que hable abiertamente sobre lo que está sintiendo. Escucha sin juzgar y muestra empatía hacia sus emociones.
  4. Valida sus sentimientos: es importante validar los sentimientos de tu hijo/a, incluso si no los entiendes completamente. Hazle saber que sus emociones son válidas y que estás ahí para apoyarlo/a.
  5. Ofrece apoyo emocional: brinda a tu hijo/a amor, apoyo y seguridad emocional. Hazle saber que no está solo/a y que estás ahí para ayudarlo/a a superar este momento difícil.
  6. Busca ayuda profesional: busca ayuda de inmediato de un profesional de la salud mental, como un psicólogo/a o psiquiatra. Los profesionales de la salud mental especializados en la población infantojuvenil estamos capacitadas para evaluar la situación y proporcionar el tratamiento adecuado.
  7. Elimina los medios letales: si hay objetos peligrosos o medios letales cerca, retíralos de inmediato para reducir el riesgo de un intento de suicidio.
  8. Haz un plan de seguridad: trabaja con un profesional de la salud mental para desarrollar un plan de seguridad que incluya estrategias para manejar crisis futuras y recursos de apoyo disponibles.
  9. Comunica con otros adultos de confianza: informa a otros adultos de confianza, como familiares cercanos, profesores o amigos, de la situación para que puedan ofrecer apoyo adicional a tu hijo/a.
  10. Permanece vigilante: continúa vigilando de cerca a tu hijo/a y mantén abiertas las líneas de comunicación. El apoyo continuo y la atención son fundamentales para ayudarlo/a a superar este momento difícil.

***MUY IMPORTANTE: si el riesgo de suicidio es inminente, es crucial actuar de manera rápida y decisiva para garantizar la seguridad de tu hijo/a.

            No le dejes solo/a: permanece con él/ella en todo momento. No le dejes solo/a ni le permitas tener acceso a medios letales como armas de fuego, medicamentos u objetos afilados.

            Llama a emergencias: llama inmediatamente al 112 para obtener ayuda profesional.

Recuerda que la salud mental es tan importante como la salud física, y buscar ayuda profesional es esencial para ayudar a tu hijo/a a superar esta situación.

 

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Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

 

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