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marzo 2025

Primeras relaciones amorosas- cómo acompañar a nuestros hijos adolescentes
Primeras relaciones amorosas: cómo acompañar a nuestros hijos adolescentes 800 800 Sandra Ribeiro

Primeras relaciones amorosas: cómo acompañar a nuestros hijos adolescentes

La adolescencia es una etapa de grandes cambios, autodescubrimiento y nuevas experiencias, entre ellas, las primeras relaciones amorosas. Para los padres, este momento puede generar sentimientos encontrados: por un lado, es emocionante ver crecer a sus hijos y, por otro, surgen dudas sobre cómo acompañarlos sin invadir su privacidad ni imponer barreras innecesarias.

Guiar a tu hijo en sus primeras experiencias amorosas es clave para que desarrolle relaciones sanas y satisfactorias en el futuro, al mismo tiempo que fortalece su desarrollo emocional. Para ello, es importante abordar este tema con un enfoque preventivo, educativo y de acompañamiento. En base a mi formación y experiencia en terapia con adolescentes, te comento algunas estrategias clave para ayudar a tu hijo en esta etapa de su vida.

1. Fomentar una comunicación abierta y de confianza

Uno de los aspectos más importantes es que tu hijo sienta que puede hablar contigo sobre sus sentimientos y experiencias sin miedo a ser juzgado. Con actitudes como:

  • Muestra interés genuino en sus emociones y escúchalo sin interrumpir. Igual que muchas veces les exigimos que nos escuchen sin interrumpir, vamos a ofrecerles la misma oportunidad.
  • Valida sus sentimientos sin minimizarlos, incluso si te parecen triviales. Es importante tener en cuenta que las preocupaciones en la adolescencia no son las mismas que una persona adulta.
  • Crea un ambiente donde pueda expresarse libremente sin temor a ser reprendido o ridiculizado. Es mejor evitar comentarios u opiniones que pensamos que pueden ayudarles pero que en realidad puedan dañarles. Si eso pasa, lo mejor es reparar y fomentar de nuevo ese clima de confianza.

2. Educar sobre relaciones sanas

Es fundamental enseñar a los adolescentes los pilares de una relación sana, como el respeto, la confianza y la comunicación. Puede ayudar hablar sobre relaciones de personas que conocen o incluso de películas y series que les interesan, y ver la idea que tienen ellos sobre una relación sana. Los temas que serían importantes comentar con ellos son:

  • La importancia de poner límites y ser asertivos en sus relaciones.
  • Identificar relaciones saludables frente a relaciones tóxicas.
  • La igualdad dentro de una relación y el respeto mutuo.

3. Compartir experiencias propias

A los adolescentes les puede resultar útil conocer experiencias de relaciones pasadas de sus padres u otros adultos de confianza. Esto les ayuda a sentirse comprendidos y a aprender herramientas para afrontar diferentes situaciones. Eso sí, es importante compartir anécdotas sin imponer una visión personal o moralista. A tus hijos les encantará saber que en algún momento pasaste por una situación parecida o que entiendes perfectamente su malestar porque tú también lo viviste, eso les permitirá sentirse más aliviados y ayudará a que ellos también se animen a compartir más cosas contigo.

4. Respetar su privacidad

Si bien es importante estar presentes, también lo es reconocer que los adolescentes necesitan su propio espacio. Es normal que no quieran compartir cada detalle de su relación, y es vital respetar esa decisión. Evita presionar para obtener información y permítele establecer sus propios límites sobre lo que desea compartir. Por mi experiencia, cuando se presiona a un adolescente a que comparta sus vivencias tiende a cerrarse más al sentirse interrogado y evita contar cosas.

5. Estar atentos a señales de alerta

Si bien el respeto a su autonomía es crucial, también es necesario estar atentos a posibles signos de malestar que puedan indicar que está viviendo una relación poco saludable. Algunas señales de alerta pueden ser:

  • Cambios en su estado de ánimo, aislamiento o tristeza frecuente.
  • Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
  • Miedo a decepcionar a su pareja o dificultad para poner límites.
  • Conductas de control por parte de su pareja, como celos excesivos o manipulación emocional.

Ante estas situaciones, es importante intervenir desde el respeto y el acompañamiento, ofreciendo apoyo sin invalidar sus sentimientos. En algunos casos, podría ser necesario buscar ayuda profesional y ofrecérselo a ellos desde la preocupación sin juzgar. Esto último es muy importante ya que sino podemos generar el efecto contrario.

6. Fomentar la autoestima y el amor propio

Una buena autoestima es clave para que los adolescentes puedan establecer relaciones sanas. Anima a tu hijo a:

  • Conocerse y valorarse a sí mismo: Ayúdalo a reconocer sus cualidades, fortalecer su autoestima y confiar en sus propias decisiones sin necesidad de compararse con los demás.
  • No depender de la validación externa para sentirse querido: Recuérdale que su valor no está determinado por la opinión de los demás y que el amor propio es la base para cualquier relación saludable.
  • Mantener sus propios intereses y amistades fuera de la relación: Enséñale la importancia de seguir desarrollando sus pasatiempos, metas y vínculos personales para evitar una dependencia emocional y fomentar su independencia.

Y por supuesto, practicar con el ejemplo, los padres son el espejo donde los adolescentes se miran.

7. Hablar sobre sexualidad de manera responsable

El despertar emocional de los adolescentes también puede incluir la exploración de la sexualidad. Como padres, es fundamental brindar información clara y sin tabúes sobre:

  • La importancia del consentimiento, tanto si es hombre o mujer.
  • Prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Cuanta más información tengan más les protegéis.
  • El respeto por su propio cuerpo y el de su pareja. Aquí de nuevo la autoestima es un aspecto clave.

Acompañar a los hijos en sus primeras relaciones amorosas no significa controlarlos ni dirigir cada uno de sus pasos, sino estar presentes con amor, guía y apoyo. La adolescencia es una etapa de aprendizaje y autoconocimiento, y nuestro rol como padres es proporcionarles las herramientas necesarias para que puedan construir relaciones sanas y satisfactorias.

Si incluso poniendo en práctica estas recomendaciones sientes que no consigues ayudar a tu hijo/a como te gustaría o que hay algo que se te escapa, preguntar por orientación de un profesional puede ser una buena opción. Como psicóloga especializada, puedo darte herramientas y estrategias para abordar la situación de una manera más efectiva y adaptada a sus necesidades.

Por otro lado, si percibes que tu hijo/a está sufriendo mucho y ya no sabes cómo ayudarlo más de lo que ya haces, puedes plantearle la opción de empezar una terapia individual. Tener un espacio seguro donde pueda expresarse y recibir apoyo profesional suele marcar una gran diferencia en el bienestar de los adolescentes que acuden a consulta.

Cada hijo es diferente, y cada experiencia amorosa también lo es. Lo importante es demostrarles que estamos aquí para ellos, dispuestos a escuchar, comprender y acompañar su crecimiento con respeto y empatía.

Estamos aquí para ayudarte.

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Valentina Arnez

Psicóloga General Sanitaria (M-33996)

Psicóloga General Sanitaria especializada en el enfoque sistémico con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias.

 

El Impacto de la Depresión en la Relación de Pareja
El impacto de la depresión en la relación de pareja 800 800 Sandra Ribeiro

El impacto de la depresión en la relación de pareja

La depresión tiene un impacto profundo en la relación de pareja, generando desafíos tanto para la persona que la padece como para su compañero/a. Para comprender mejor esta dinámica, es útil analizar ambas perspectivas.

Desde la perspectiva de la persona con depresión

  1. Dificultad para conectar emocionalmente
    La depresión genera un estado de apatía, tristeza y desconexión emocional, lo que puede hacer que la persona se sienta incapaz de expresar amor, interés o entusiasmo en la relación.
  2. Pérdida del deseo sexual y afectivo
    Es común que la libido disminuya y que las muestras de cariño se reduzcan. Esto puede ser interpretado por la pareja como falta de amor o desinterés, lo que añade tensión a la relación.
  3. Sentimientos de culpa y autoexigencia
    Muchas personas con depresión sienten que son una carga para su pareja, lo que puede llevarlas a aislarse aún más o a rechazar el apoyo que se les ofrece.
  4. Irritabilidad y cambios de humor
    No todas las personas con depresión solo experimentan tristeza; algunas pueden mostrar irritabilidad, frustración o impaciencia, lo que genera conflictos en la convivencia.
  5. Dificultad para comunicarse y tomar decisiones
    La fatiga mental y emocional que conlleva la depresión puede hacer que la persona tenga problemas para sostener conversaciones significativas, expresar sus necesidades o incluso tomar decisiones cotidianas en la relación.

Desde la perspectiva de la pareja de la persona con depresión

  1. Sentimiento de rechazo y soledad
    La pareja puede sentirse ignorada o rechazada cuando la persona con depresión se distancia emocionalmente o reduce el afecto físico y verbal.
  2. Frustración por la falta de reciprocidad
    Es posible que la pareja sienta que da mucho apoyo, pero recibe poco a cambio. Esto puede generar resentimiento y agotamiento emocional.
  3. Cansancio emocional y sensación de impotencia
    Ver a la persona amada sufrir sin poder «arreglarlo» puede ser extremadamente desgastante. Muchas parejas intentan motivar o animar a la persona con depresión sin éxito, lo que genera frustración.
  4. Asunción de responsabilidades adicionales
    La pareja puede sentirse sobrecargada si la persona con depresión deja de realizar tareas cotidianas o evita responsabilidades compartidas.
  5. Miedo a perder la relación
    Es común que la pareja tenga miedo de que la depresión termine por destruir la relación, o incluso que la persona con depresión llegue a tener pensamientos suicidas, lo que genera una gran ansiedad.

El día a día de las parejas cuando uno tiene depresión

El día a día en una relación donde uno de los miembros tiene depresión puede estar marcado por altibajos emocionales, dificultades en la comunicación y una sensación constante de agotamiento para ambos. A continuación, te describo cómo suele ser la dinámica cotidiana desde ambas perspectivas.

Desde la perspectiva de la persona con depresión

  • Despertar con una sensación de vacío o agotamiento
    Desde el momento en que abre los ojos, la persona con depresión puede sentir una falta de energía o motivación para comenzar el día. Incluso las actividades básicas, como levantarse de la cama, ducharse o desayunar, pueden parecer esfuerzos titánicos.
  • Dificultad para expresar emociones
    Puede sentirse desconectada de su pareja, no porque no la ame, sino porque la depresión le impide experimentar placer o entusiasmo. Muchas veces prefiere el silencio o el aislamiento.
  •  Tareas cotidianas postergadas
    Actividades como hacer la compra, limpiar o incluso responder mensajes pueden parecer abrumadoras. Su pareja puede asumir más responsabilidades, lo que puede generar sentimientos de culpa o vergüenza en la persona con depresión.
  •  Falta de interés en la intimidad
    El deseo sexual suele verse afectado, no solo por la baja energía, sino también por la desconexión emocional. Es común que evite el contacto físico o no sienta placer en momentos que antes disfrutaba.
  • Sensación de ser una carga
    La persona con depresión puede sentir que su pareja está mejor sin ella, lo que refuerza su aislamiento. En algunos casos, puede haber intentos de alejar a la pareja como mecanismo de protección o autosabotaje.
  • Culpa y miedo al abandono
    Aunque se sienta incapaz de responder afectivamente, puede temer que su pareja se canse y la deje. Esto crea un círculo vicioso de ansiedad y desesperanza.
  • Dificultades para dormir
    Puede haber insomnio o hipersomnia. Esto afecta la rutina de la pareja, generando noches de desvelo o una desconexión en los horarios.

Desde la perspectiva de la pareja sin depresión

  • Inicio del día con incertidumbre
    Al despertar, puede preguntarse cómo estará su pareja hoy: ¿tendrá energía? ¿Estará más apagada que ayer? Esta incertidumbre puede generar ansiedad desde el comienzo del día.
  •  Cargar con más responsabilidades
    Muchas veces tiene que asumir tareas adicionales, como el cuidado de la casa, la gestión de citas médicas o el apoyo emocional, lo que puede llevar al agotamiento.
  • Intentar animar sin éxito
    Comentarios como “vamos a dar un paseo” o “intenta pensar en algo positivo” pueden no tener efecto, generando frustración y sensación de impotencia.
  • Desgaste en la comunicación
    Las conversaciones pueden volverse monótonas o tensas. La pareja puede sentirse sola, ya que la persona con depresión responde con monosílabos, evita hablar o simplemente no tiene fuerzas para conversar.
  • Sentirse rechazada afectivamente
    La falta de muestras de cariño y el distanciamiento emocional pueden hacer que la pareja dude sobre si sigue siendo importante o deseada.
  • Duda sobre cómo actuar
    A veces, no sabe si insistir en ayudar o dejar espacio. Puede temer decir algo que empeore la situación o que su apoyo no sea suficiente.
  • Necesidad de autocuidado, pero con culpa
    La pareja también necesita momentos de descanso y distracción, pero puede sentirse culpable por disfrutar de cosas mientras su ser querido sufre.

Momentos clave en el día a día

Desayuno/momentos de la mañana

  • Puede ser un momento difícil. La persona con depresión puede tener problemas para levantarse o no tener apetito. La pareja intenta motivarla, pero puede recibir respuestas evasivas o de apatía.

Tareas del hogar y rutinas diarias

  • La pareja puede asumir más responsabilidades sin que la persona con depresión lo pida. Con el tiempo, esto puede generar resentimiento.

Espacios de ocio y socialización

  • Es común que la persona con depresión rechace planes. La pareja puede terminar saliendo sola o evitando actividades para no hacer sentir mal al otro.

Conversaciones

  • La comunicación puede volverse rutinaria o limitada. A veces, la pareja sin depresión siente que habla con una pared.

Noche y descanso

  • Puede haber insomnio, pesadillas o dificultades para dormir juntos. La falta de descanso empeora el estado emocional de ambos.

Cómo afrontar la depresión en pareja

  1. Comprender que la depresión no es falta de amor
    Es fundamental diferenciar la enfermedad de la relación. La persona con depresión no se aleja porque no ame a su pareja, sino porque sufre una alteración en su estado de ánimo que le impide conectar como antes.
  2. Fomentar la comunicación sin presión
    En lugar de exigir respuestas o emociones que la persona con depresión no puede dar en ese momento, es mejor abrir espacios seguros para la comunicación sin juicios.
  3. Evitar la sobreprotección o el rol de salvador
    La pareja no puede «curar» la depresión, pero sí puede acompañar y apoyar. Es importante fomentar la búsqueda de ayuda profesional y evitar que la relación se convierta en un vínculo de dependencia.
  4. Cuidar la propia salud mental
    La pareja de una persona con depresión también necesita espacios de autocuidado, apoyo emocional y, en algunos casos, terapia individual para gestionar la situación sin agotarse.
  5. Buscar ayuda profesional
    La terapia individual para la persona con depresión y la terapia de pareja pueden ser herramientas clave para fortalecer la relación y encontrar estrategias de afrontamiento efectivas.

Cómo mejorar la convivencia

Tener expectativas realistas
Es importante entender que la persona con depresión no puede «salir de ello» fácilmente. En lugar de presionarla, se debe aceptar su ritmo.

Crear pequeñas rutinas juntos
Actividades simples, como ver una serie o salir a caminar, pueden ayudar a fortalecer la conexión sin que la persona con depresión se sienta forzada.

Practicar la comunicación afectiva
En lugar de preguntar constantemente «¿cómo estás?», es útil decir «estoy aquí para lo que necesites».

La pareja también debe cuidarse
Buscar apoyo, ya sea en terapia individual o grupos de apoyo, ayuda a evitar el desgaste emocional.

Terapia de pareja si es necesario
Puede ser útil para mejorar la convivencia y evitar que la relación se deteriore.

El día a día de una pareja en la que uno de los miembros tiene depresión es un desafío, pero con empatía, apoyo mutuo y límites saludables, es posible transitar la situación sin que la relación se desgaste por completo.

 

Estamos aquí para ayudarte.

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Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

 

 

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