• Centro Sanitario Autorizado nº CS19965 - Saber más

Para ti, adolescente que no quiere ir al psicólogo (y está bien sentirse así)

Para ti, adolescente que no quiere ir al psicólogo (y está bien sentirse así)

Para ti, adolescente que no quiere ir al psicólogo (y está bien sentirse así) 800 800 Sandra Ribeiro

Antes de nada: esto no es un texto para convencerte para ir al psicólogo. Es solo algo que puedes leer si te sientes presionado/a, cansado/a, confundido/a o harto/a de que te digan lo que tienes que hacer.

  • La terapia no es un lugar donde te van a decir qué hacer con tu vida.
  • No es un sitio donde te van a mirar raro.
  • Y no es para personas “débiles” o “rotas”.

Es un espacio donde puedes decir lo que piensas sin que nadie te interrumpa, te juzgue o te diga “eso no es para tanto”.
Tú decides cuánto contar. Tú decides si vuelves. Tú decides si conectas o no con esa persona. Y si no te gusta, se cambia.
Tu madre/padre está insistiendo porque no sabe qué más hacer. Pero en el fondo lo que quiere es que estés bien, que tengas un lugar donde no tengas que fingir ni callarte todo.
Solo eso.
Y si decides no ir, al menos que sea una decisión que tomas tú, con información, no desde el rechazo automático.

¿Por qué es normal que no te apetezca ir al psicólogo? (y por qué igual podría ayudarte)

No estás raro/a por no querer ir. Mucha gente siente lo mismo al principio. Aquí van algunas razones que podrías estar pensando (y tienen todo el sentido):

  • “No quiero que piensen que tengo un problema grave”: Ir al psicólogo no significa que estés roto/a. A veces simplemente necesitamos entender mejor lo que nos pasa, como cuando vamos al médico si algo duele.
  • “No me apetece hablar con alguien que no conozco”: Claro que no. Nadie te va a obligar a contar nada que no quieras. El primer paso es ver si te cae bien la persona, si te sientes cómodo/a. Después, ya decides.
  • “Paso de que luego mi madre o mi padre se enteren de todo”: Tranquilo/a. Lo que digas se queda entre tú y el/la psicólogo/a. No se lo va a contar a nadie. Solo si estuvieras en peligro real se pediría ayuda, y normalmente se te avisa antes (Te lo explicamos más abajo cómo funciona).
  • “Yo no necesito esto”: Puede que no lo sientas así ahora. Pero si hay algo que te molesta por dentro, algo que no sabes cómo resolver o simplemente estás harto/a de todo, tener un sitio donde hablar puede venirte bien.
  • “Seguro que me van a decir lo que tengo que hacer”: No. La idea no es decirte qué hacer, sino ayudarte a entender por qué te sientes como te sientes y qué opciones tienes.
  • “No sé cómo empezar a contar lo que me pasa”: No hace falta que llegues sabiendo qué decir. Puedes empezar hablando de lo que tú quieras. Incluso de lo que no quieres hablar. Y ya está.

La confidencialidad: para ti, adolescente, sobre lo que digas en terapia

Esto es importante que lo sepas desde ya: lo que hables en terapia se queda en terapia.
Tu psicóloga no se lo va a contar a tu madre, tu padre ni a nadie.
Ese espacio es tuyo.
Hay solo unas pocas excepciones en las que tu psicóloga tiene la obligación legal y ética de pedir ayuda, y te lo dirá claramente si eso ocurre. Es cuando estás en una situación de riesgo muy grave, por ejemplo:

  • Si estás pensando seriamente en hacerte daño o quitarte la vida.
  • Si alguien te está haciendo daño y corres peligro.
  • Si tú piensas en hacerle daño a otra persona.

Incluso en esos casos, no se cuenta todo, solo lo necesario para ayudarte. Y muchas veces se te incluye para decidir juntos cómo actuar.
Fuera de eso, lo que digas se queda entre tú y tu psicóloga. Porque solo así se puede hablar desde la sinceridad.

¿Y si hablamos de lo que sí te importa?

En terapia puedes hablar de lo que tú quieras:

  • De tus amigos.
  • De alguna pelea que no sabes cómo manejar.
  • De alguien que te gusta (o no te gusta nada).
  • De lo que te hace sentir raro/a o distinto/a.
  • De lo que te da rabia, miedo, pereza o ansiedad.
  • De cómo es tu cuerpo y cómo te ves.
  • De cosas que ni siquiera tienes claro por qué te afectan tanto.

No tienes que estar “mal” para venir. A veces, simplemente, viene bien tener un lugar donde puedas ser tú, sin tener que fingir, sin filtros y sin presiones.
Y si no te gusta la psicóloga, puedes decirlo. Se puede cambiar. Este espacio es tuyo.

¿Quieres saber por qué tu madre o tu padre insiste tanto?

En la primera parte de esta guía, hablamos con madres y padres que están tan perdidos como tú, intentando ayudarte sin saber muy bien cómo. A lo mejor leer eso te da otra perspectiva.

También puedes leer: “Guía para madres y padres desesperados: cuando tu adolescente no quiere ir al psicólogo”

Estamos aquí para ayudarte.

Pide cita:

Rellena nuestro formulario

Para mantenerte informado/a de todos nuestros artículos, síguenos en Instagram.

Sandra Ribeiro

Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

 

Pide cita

Pedir-cita
¿Cuándo prefieres tener tu cita?
Marca todas las opciones que prefieras
¿Y en qué horario?
Marca todas las opciones que prefieras
Modalidad
Marca todas las opciones que prefieras